Más que escuelas, sueños. Por: Francisco Rodríguez Cruz

Hace solo unos días veíamos con alegría cómo egresados de varias generaciones y estudiantes del Instituto Preuniversitario Vocacional de Ciencias Exactas Federico Engels, de Pinar del Río, daban rienda suelta a las emociones durante la conmemoración de los 45 años de fundado ese plantel.

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Archivo CD: Testimonios del 11 de julio, cuando se desató la violencia

Carros de la policía de Cuba que fueron volcados por los manifestantes en una calle de La Habana. Foto: AFP

Cuando Janett Rodríguez se levantó este domingo, no sabía que más tarde tendría un sentimiento enorme: desconsuelo. Mientras organizaba las tareas de uno de los proyectos de la Universidad Tecnológica de La Habana para mejorar la gestión hospitalaria en instituciones de la capital, no imaginó que luego andaría recorriendo las calles en otro intento por defender lo suyo. Lo nuestro. La Habana, 11 de julio de 2021.

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Pablo Milanés en La Habana: Comienzo y final de un reencuentro. Por: Oni Acosta Llerena

Pablo Milanés realizó un concierto único en La Habana como parte de su gira Días de Luz. Foto: Ariel Cecilio Lemus.

Pablo Milanés volvió a La Habana, a esa Habana pletórica de cromatismos y columnas, vitrales y mestizajes. Este concierto –insertado por Pablo dentro de su gira Días de Luz– llegó a nuestra capital con el formato de trío, una formación casi desconocida para nosotros, acostumbrados durante años al sonido de banda que nos hace acudir una y mil veces a la memoria afectiva cuando se habla de más de 40 años de canciones escritas por él.

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Asociación de Cubanos Residentes en Toronto realiza donativo de insumos médicos en respuesta al accidente del hotel Saratoga

Asociación de Cubanos Residentes en Toronto realiza donativo de insumos médicos en respuesta a los sucesos en el Hotel Saratoga. Foto: Embajada de Cuba en Canadá

La Asociación de Cubanos Residentes en Toronto Juan Gualberto Gómez realizó un donativo consistente en insumos médicos, por un valor aproximado de 73 000 dólares canadienses, en respuesta a los sucesos ocurridos en el Hotel Saratoga el 6 de mayo, donde más de 99 personas resultaron lesionadas y 46 perdieron la vida.

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Con Filo: Con la justicia y la razón

La maquinaria en torno a las nuevas medidas del gobierno estadounidense en lo que a Cuba concierne, las leyes aprobadas por la Asamblea Nacional, la manipulación respecto a la vigilia y el duelo en Cuba y la pretendida imagen de una «Habana explosiva» tras los lamentables sucesos del hotel Saratoga.

Los héroes del Saratoga. Por: Rosa Miriam Elizalde


Primero, la explosión. El edificio, de seis pisos, vibró, se saltaron unos cables después, con la fuerza de un latigazo. Acto seguido, se desplomó más de la mitad de la fachada sin dar tiempo, sin anunciar nada, cada pedazo de piso tragándose al de arriba, aplastados techo contra piso y piso contra techo, en medio de un estrépito y una nube de polvo que ocultaba todo, menos los gritos desesperados. Parecía como si acabara de abrirse y cerrarse la tierra, cuando otros dos edificios se vinieron abajo.

De inmediato se conocieron las causas del siniestro en el Hotel Saratoga, de La Habana Vieja, aunque está abierta la investigación: fue un escape de gas, mientras un camión cisterna habilitaba al edificio que se preparaba para reabrir esta semana. Sin huéspedes, las habitaciones permanecían cerradas a cal y canto, y puede que un simple clic del interruptor de la luz fuera suficiente para que la masa de gas acumulado provocara la onda expansiva que hizo añicos los cristales, la marquetería y la fachada ligera con adornos de estuco verde y blanco, original del siglo XIX.

No es la primera vez que Cuba se enluta. Podría parecer hasta menor un accidente como este en un país que ha padecido en medio siglo más de 30 huracanes de gran magnitud, decenas de muertos durante el sabotaje de la CIA al vapor La Coubre en el puerto de La Habana en 1960, la voladura de un avión civil con 73 pasajeros en 1976, una cadena de bombas en hoteles y restaurantes en la década del 90, el bloqueo sempiterno del gobierno de Estados Unidos –“acción canallesca”, lo llama el Presidente Andrés Manuel López Obrador– que ha naturalizado la escasez de casi todo y que hizo más desesperante la pandemia, por citar algunos ejemplos dramáticos.

Pero no. La explosión en el Hotel Saratoga, con casi un centenar de lesionados -de ellos 44 muertes hasta el miércoles-, es otra cosa. Lo que hizo de esta historia en particular la Gran Historia no fue la explosión que se sintió en La Habana, ni el humo denso que se podía ver desde las zonas altas, ni la sensación de vulnerabilidad que nos dejó a todos, sino la solidaridad de la ciudadanía que se apiñaba en los alrededores exigiendo un lugar para rescatar a las víctimas de los escombros, donar su sangre para los heridos o aliviar la angustia de los damnificados. Dos horas después del accidente, la fila de voluntarios y voluntarias frente a los bancos de sangre, los policlínicos y los hospitales superaban los miles, y la mayoría eran jóvenes, esos mismos que la propaganda de Miami dice que se están yendo en masa de Cuba.

Mientras el gobierno actúa y la prensa pública da lecciones de inmediatez y sensibilidad, personas de la calle, con todo tipo de profesiones, siguen ayudando a sus compatriotas. No sabemos los nombres de todos los rescatistas -muchos de ellos bomberos voluntarios-, de los maestros de la escuela “Concepción Arenal” que colinda con el hotel y protegieron a sus alumnos, de los niños que salvaron a otros niños, de los transeúntes que socorrieron a los trabajadores del Saratoga y a las familias de los dos edificios que implosionaron en la vecindad, ni de los perros rastreadores que todavía buscan las huellas de un desaparecido entre los escombros.

Al romperse, los edificios mostraron sus vísceras, sus arterias, sus nervios y su fragilidad, que es la nuestra. Pero también expusieron a esa especie de sentimentales decentes que no está en peligro de extinción y que son los mejores de todos nosotros, los héroes que se lanzaron a salvar a los demás, sin reparar en que otra explosión y otro derrumbe habrían podido convertirlos en víctimas. Y, a la par, hay un ejército anónimo de trabajadores de la salud que no ha descansado en más de 100 horas desde el accidente.

En Los soldados de Salamina, el novelista español Javier Cercas nos recuerda que “en el comportamiento de un héroe hay casi siempre algo ciego, irracional, instintivo, algo que está en su naturaleza y a lo que no puede escapar”.  Es el que mira de frente el absurdo y la crueldad de la vida para hacernos más humanos, el que nos advierte que de la desesperación nace la lucha.
La muerte no prevalece. Una vez más.
(Publicado en La Jornada, de México)

Respuesta a todo arpía oportunista que vean por las redes sociales

No. Estas no son fotos del Saratoga.

El año pasado un lamentable accidente destruía completamente, en un condominio de Miami, 55 apartamentos del ala de un edificio. Murieron 98 personas de 12 países distintos, entre ellos cuatro cubanos. También murieron cinco niños.

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Chapeando: Los buitres y el duelo

Llega a sus horas finales la búsqueda de posibles sobrevivientes, a partir de las personas declaradas como desaparecidas. Son días dramáticos, muy duros, pero también muy reveladores de los valores que nos sostienen.

En medio del mayor dolor y la atroz incertidumbre, impresiona el esfuerzo sobrehumano, el valor mostrado por quienes enfrentaron el mayor peligro en el intento de salvar vidas con una cuota de solidaridad infinita. Solidaridad anónima, que no busca reconocimiento, sólo quiere extender el brazo, dar apoyo, ayuda.

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Con Filo: De lo repulsivo a lo ridículo (+ Video)

De los trágicos sucesos del Hotel Saratoga y la burda manera en que los odiadores manipularon el dolor, de la supuesta travesía de Annie Gracés por el Río Bravo y del reciente Congreso de Estudios Latinoamericanos LASA

Chapeando: El odio no perdona ni las tragedias (+ Podcast). Por: Arleen Rodríguez Derivet

Con el corazón apretado todavía por los sucesos del viernes 6 de mayo en el hotel Saratoga, seleccionamos un par de audios de Alex Otaola, totalmente contrarios a los sentimientos que despertó la tragedia en el pueblo cubano. Solo para testificar que ni el dolor se salva del odio.

En dos fragmentos de esos audios que retransmitió el Guerrero cubano por su nuevo canal en YouTube, el odiador de origen cubano dice y se contradice al tratar de interpretar los hechos en su habitual estilo. Lo mismo asegura que desde el día anterior se esperaba la explosión, que más adelante afirma que no hubo reacción oportuna ni medidas de seguridad en la zona y que no había ni bomberos ni ambulancias para socorrer a las víctimas.

Luego de comentar lo que él personalmente vio y vivió, pasados los primeros 45 minutos, en las proximidades del Saratoga, Reinier Duardo ofreció detalles de la rápida reacción del cuerpo de bomberos, ambulancias y particularmente del pueblo, es decir, de las personas que estaban en las inmediaciones del hotel al ocurrir la explosión y que se dispusieron, sin una duda, a socorrer a las víctimas.

Las autoridades locales y del Gobierno central, encabezadas por Díaz-Canel, estaban ya en el lugar cuando llegamos los periodistas. Todos demoraron en llegar lo que demoraron en saberlo y moverse hasta Prado y Dragones, en algunos casos viniendo desde el otro extremo de la ciudad.

Indigna mucho, pero no sobra saber qué dicen los odiadores en circunstancias tan terribles, porque muestran su desprecio profundo por el dolor del pueblo. Son los mismos que cuando aún no se conocía la causa, comenzaron a diseminar en las redes la idea de que había sido un atentado con bomba a modo de protesta.

Un tercer audio, donde Otaola llama a sus seguidores a boicotear el turismo y no viajar a Cuba, prueba que el propósito final es atacar la principal fuente de ingresos del país. Lo demás no importa. Ni siquiera el dolor que en numerosas familias y en todo el pueblo provoca una tragedia de esas dimensiones.

Y aunque tratan de denigrar a los héroes de estos días: bomberos, ambulancieros y voluntarios, hay suficientes testimonios de la rápida respuesta de los rescatistas, como lo prueba una grabación de las comunicaciones entre el primer equipo de bomberos que llegó al lugar y su jefatura. Después de informar sobre la magnitud del siniestro, el jefe del grupo confirma su decisión de evacuar a los niños de la escuela aledaña.

La falta de seriedad y de respeto a sus propias audiencias de la que hacen gala los odiadores, aflora en la absurda pregunta de Otaola sobre por qué extraen el camión pipa de gas, antes de escombrear totalmente el lugar. ¿En serio?

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Cambiando de tema, y aunque este espacio está dedicado a exponer mentiras y manipulaciones, comentamos finalmente un acontecimiento histórico de las últimas horas: la visita, breve pero intensa, de Andrés Manuel López Obrador a Cuba y sus comentarios sobre su colega cubano Miguel Díaz-Canel tras su regreso a México.

Con honestidad y valor a prueba de presiones, los pronunciamientos de AMLO van contra una despiadada guerra mediática, intensa y sostenida en el tiempo, que tiene como uno de sus principales objetivos el llamado «asesinato de reputación» contra el presidente cubano.

Realmente histórica la visita, pero absolutamente coherente con una historia de 100 años de relaciones. AMLO expresa esa historia. Por eso se realizó la visita, incluso en medio del duelo que todavía nos dura.

De las repercusiones de esta visita en ambas naciones y a nivel regional, seguiremos Chapeando el jueves.

Un día en el que nos unimos en el dolor de todos los que sufren por las pérdidas

Llegué a las cercanías del hotel Saratoga minutos después de enterarme de la terrible explosión. Las imágenes impactan, sobrecoge el desastre. Estar allí estruja el alma, más aún pensar en el dolor de los heridos y el sufrimiento de quienes perdieron allí a un ser querido. Espanta pensar que en los escombros puede haber personas atrapadas.

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Creadores de vacunas cubanas anticovid reciben Medalla para Inventores, que otorga la OMPI (+ Fotos).Por: Lisandra Fariñas Acosta, Ismael Francisco

Creadores de vacunas cubanas anticovid reciben Medalla para Inventores, que otorga la OMPI (+ Fotos).Por: Lisandra Fariñas Acosta, Ismael Francisco

En la ceremonia se reconocen las innovaciones de Soberana 01 y la Soberana 02, al igual que Abdala y Mambisa. Foto: Ismael Francisco/Cubadebate.

En la ceremonia se reconocen las innovaciones de Soberana 01 y la Soberana 02, al igual que Abdala y Mambisa. Foto: Ismael Francisco/Cubadebate.

Con la presencia del primer secretario del Partido Comunista de Cuba y presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, y Daren Tang, director general de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), se celebró este lunes en La Habana la ceremonia en la cual científicos creadores de las vacunas anticovid-19 cubanas recibieron la Medalla para Inventores, que otorga ese organismo internacional.

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