El fármaco fue trasladado desde La Habana, Cuba, al Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), en Zumpango, Estado de México. | Foto: Twitter @SSalud_mx.
Autoridades mexicanas informaron del arribó al país del primer lote con más de cuatro millones de vacunas Abdala contra la enfermedad de la covid-19, desarrollada por personal científico cubano.
Científicos de Estados Unidos exaltaron hoy la capacidad de Cuba de desarrollar y vacunar a su población con productos propios anticovid-19, modelo que sugieren seguir para hacer frente a emergencias sanitarias globales.
En un informe publicado en el sitio Scidev.net, especializado en acercar la ciencia al desarrollo mediante noticias y análisis con sede en esta ciudad, los autores resaltan cómo esa estrategia de vacunación con inmunógenos seguros y eficaces podría afrontar situaciones de ese tipo en entornos con pocos recursos, países de bajos ingresos y en el mundo en desarrollo.
A la par, demandan la reducción de las barreras que bloquean el acceso mundial a las innovaciones biotecnológicas de la Isla.
En junio último, el equipo de investigadores estadounidenses realizó una visita oficial a Cuba junto a colegas de África y el Caribe, la primera de alto nivel en cinco años, para intercambiar con colegas cubanos sobre la producción de vacunas contra la covid-19 en el país.
La delegación estuvo encabezada por el copresidente Michael Osterholm, PhD, MPH, director del Centro de Investigación y Políticas de Enfermedades Infecciosas de la Universidad de Minnesota.
Junto al científico llegó a La Habana Cristina Rabadán-Diehl, PharmD, PhD, MPH, quien durante 25 años lideró el trabajo internacional en los Institutos Nacionales de Salud y el Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE.UU., antes de convertirse en directora asociada de Ensayos Clínicos de Westat.
Para Osterholm, lo aprendido sobre el extraordinario trabajo de Cuba con la vacuna contra la covid-19 dejó claro que puede ser un actor importante para aumentar el acceso mundial a los avances que salvan vidas.
Consideró que aunque las políticas son complejas, “se deben enfrentar a las barreras que impiden que su impresionante grupo de científicos y expertos en salud pública lo haga”.
En el informe explican, además, que el propósito de la misión de investigación era triple: primero, aprender cómo y por qué un país pequeño de unos 11 millones de personas, y que enfrenta dificultades económicas considerables, había desarrollado, fabricado y desplegado sus propias vacunas, que demostraron más del 95% de eficacia en la prevención de la enfermedad, la gravedad y muerte.
En segundo lugar, entender el lanzamiento de la vacuna en Cuba, estrategia y resultados preliminares, y en tercero, explorar el enfoque cubano de la ciencia en el contexto de la salud pública.
El esfuerzo de desarrollo de vacunas y el modelo de inmunización podría revelar oportunidades para reducir las desigualdades mundiales en el acceso a las vacunas y otras innovaciones sanitarias, insisten los científicos en su estudio.
Sostienen, además, que la delegación fue consciente de las predicciones de que el mundo está peligrosamente cerca de la próxima pandemia, con infecciones zoonóticas cruzadas que ya causan el 75% de las enfermedades infecciosas emergentes, en aumento en medio del cambio climático.
También los alarmó el acceso desigual a las vacunas en el mundo, que ha prolongado la pandemia hasta ahora, y cómo esto revela una falla más amplia en el aumento actual de la innovación biomédica para llegar a miles de millones de personas en países de ingresos bajos y medios.
La visita a La Habana fue organizada por Medicc (Cooperación de Educación Médica con Cuba), una organización sin fines de lucro con sede en Estados Unidos, que promueve el diálogo y la colaboración relacionados con la salud.
Desde 1997, Medicc ha facilitado los intercambios entre la salud cubana y estadounidense, profesionales, académicos, legisladores, fundaciones, estudiantes y líderes de comunidades médicamente desatendidas.
Abdala, primera vacuna latinoamericana anti-SARS-CoV-2. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate.
El Gobierno mexicano anunció el martes la compra de 9 millones de dosis de la vacuna cubana Abdala para inmunizar contra la covid-19 a niños de entre 5 y 11 años de edad.
«Tenemos ya el contrato con el Gobierno de Cuba y su compañía de biotecnología para la vacuna Abdala, con 9 millones de dosis que, dado que este es un esquema de tres dosis, serán suficientes para 3 millones de niñas y niños», declaró Hugo López-Gatell, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud.
Es muy duro lo que estamos pasando en Cuba, buscar culpables en esa circunstancia es una tentación más que lógica, aunque no siempre justa. Ninguna gestión es perfecta, menos aquella que se realiza bajo una guerra sin cuartel que no solo tiene efectos económicos, sino también políticos y psicológicos, lo que hace que cualquier error multiplique sus consecuencias.
Justificarse con ello tampoco es una opción, no debe tener sentido para quienes sabemos cómo nuestro pueblo, guiado por Fidel, enfrentó y venció las más difíciles circunstancias. La única opción posible es exponer la verdad ante ese pueblo invencible, como se está haciendo, creo yo.
Sin embargo, cuando veo un cubano residente en esta isla preguntando en rol de fiscal cibernético por qué no reparamos las termoeléctricas en el 2021, me miro, me veo y toco, aún vivo al igual que él, busco la tasa de letalidad por Covid aquí y compruebo que es la mitad de la del resto de los países de América, y recuerdo entonces que sin ingresos por turismo y remesas, con todas las fuentes de divisas coartadas por el genocida de Trump y su continuador Biden, Cuba gastó el dinero que tenía y el que no tenía para hacer que él, yo, y nuestros familiares y amigos, tuviéramos el doble de probabilidad de sobrevivir a la pandemia que cualquier habitante de otra nación en este continente, preservando empleos y salarios, lo que generó un enorme déficit fiscal que hay que resolver con urgencia, como hay que solucionar los efectos indeseados de un ordenamiento que hoy se reconoce tuvo errores de diseño .
Y quienes son felices porque alguien dice lo que ellos quieren escuchar nos negaron en ese mismo año 2021 hasta el oxígeno y ofrecieron vacunas cuando ya estábamos vacunados como el que más, y aunque todo eso no nos costó un centavo a ese alguien o a mí, a esa economía cercada que no pudo reparar las termoeléctricas a tiempo sí le costó, aunque eso sea invisible.
Y sí, comparto mi luz y mi apagón con él, como compartiré el destino de las bombas con los “opositores” que creen los misiles vienen con dirección, número de carnet de identidad y un cartel bien grande que dirá “solo para comunistas”, si algún día, gracias a opiniones como la suya los de enfrente se equivocan y nos creen lo suficientemente divididos para no poder defendernos.
Pero si eso no sucede, y gracias a que Facebook no es Cuba y su pueblo no es lo que el imperio paga por ponernos en las pantallas, todo este difícil momento pasa, como ya pasaron otros no menos difíciles, volveré a compartir con él médicos y vacunas, aunque no respeto y afectos, porque, palabra del Maestro: “La pobreza pasa: lo que no pasa es la deshonra”.
Luego de un riguroso estudio posvacunación, se determinó que el esquema heterólogo de dos dosis de Soberana 02 y una de Soberana Plus tuvo una efectividad de 90.1% en la prevención de la enfermedad sintomática de COVID-19 en niños de dos a cinco años.
En un tuit, el Instituto Finlay de Vacunas (IFV) precisó que ese resultado se logró durante la ola de la variante ómicron.
El BioCen se dedica a la investigación, desarrollo y fabricación de medios de cultivo necesarios para el diagnóstico microbiológico, la industria biofarmacéutica, el control de la calidad de aguas y alimentos, y la biotecnología vegetal. Fotos: Abel Padrón Padilla/ Cubadebate.
BioCen se integra al Grupo Empresarial de las Industrias Biotecnológica y Farmacéutica de Cuba (BioCubaFarma), consolidándose como una de las principales instituciones dentro de esta industria, como salida productiva de importantes resultados del quehacer científico-técnico en el país.
Mucho antes de que fuera declarado una amenaza para la seguridad nacional de los EE.UU., Vicente Vérez era un químico cubano que amaba a los niños.
Su especialidad eran las vacunas. En la década de 1990 ayudó a crear una vacuna económica contra la bacteria conocida como haemophilus influenzae tipo b, o Hib, que había estado matando a niños menores de cinco años. Fue un éxito mundial. Así que cuando llegó la covid-19, Vérez supo lo que tenía que hacer.
“No teníamos mucha experiencia con enfermedades virales”, dijo. “Pero obviamente, frente a una situación de emergencia como la que tuvimos, una pandemia, bueno, teníamos que intentar algo”.
Hoy, cuando Estados Unidos finalmente lanza vacunas contra el coronavirus para niños pequeños, Vérez está celebrando un logro poco probable: la mayoría de los jóvenes cubanos recibieron sus vacunas hace meses. Su Soberana 02, que se usa en niños de tan solo dos años, es una de las dos vacunas cubanas a las que se atribuye el control de la covid-19 en la isla comunista.
Las vacunas cubanas aún no han sido aprobadas por la Organización Mundial de la Salud, aunque han recibido luz verde de los reguladores de México, Irán y Vietnam. Los científicos dicen que su desarrollo podría convertirse en un caso de estudio de cómo los países más pobres pueden inventar sus propias vacunas.
«Ellos no estaban al tanto de los miles de millones de dólares que recibieron algunas de estas empresas”, dijo Maria Elena Bottazzi, codirectora del Centro para el Desarrollo de Vacunas del Texas Children’s Hospital, refiriéndose a multinacionales como Pfizer y Moderna. “A veces, con muy poco, se puede llegar muy lejos”.
Desarrollar una vacuna contra el coronavirus fue un éxito, incluso para los laboratorios más sofisticados del mundo. Para Cuba, los obstáculos fueron titánicos. El país enfrentó sanciones estadounidenses, una cadena de suministro global enredada y una economía nacional en caída libre. Cuba tenía tal escasez de jeringuillas que tuvo que solicitar donaciones internacionales. Una organización benéfica con sede en Nueva York, Global Health Partners, envió seis millones.
Vicente Vérez Bencomo. Foto: Archivo Cubadebate
A veces las vacunas tardan 14 o 15 años en desarrollarse, dijo Vérez, director del Instituto Finlay de Vacunas en La Habana.
¿Cómo llegó Cuba tan rápido a la meta?
Sus fabricantes de vacunas acreditan el extraordinario trabajo en equipo de científicos de todo el mundo. Cuando comenzó la pandemia, rápidamente compartieron descubrimientos en internet, como la secuenciación genética del nuevo virus, conocido como SARS-CoV-2.
Pero Cuba no estaba empezando de cero. En la década de 1980, el entonces líder Fidel Castro invirtió más de mil millones de dólares en una nueva y ambiciosa industria biotecnológica. Envió estudiantes al extranjero para doctorados y construyó un “Polo Científico” en La Habana que consta de alrededor de 50 instituciones y empresas de investigación.
Cuando llegó la covid-19 ya tenían tres décadas de experiencia inventando y fabricando vacunas, dijo Amilcar Pérez Riverol, científico cubano que ahora trabaja en el Instituto de Genética Humana de la Universidad de Oldenburg en Alemania.
Los logros científicos de Vérez le otorgaron reconocimiento mundial. Sin embargo, no pudo recibir un premio en 2005 del Museo Tecnológico de Innovación en San José, California. Al químico se le negó una visa estadounidense, dijo, por motivos de seguridad nacional. En ese momento, al gobierno de EE.UU. le preocupaba que Cuba pudiera estar desarrollando un programa de armas biológicas. Cuando se le pidió que comentara sobre el caso, el Departamento de Estado se negó y dijo que los registros de visas eran confidenciales.
René Roy, un destacado químico canadiense y socio de Vérez en el desarrollo de la vacuna sintética Hib, dijo que eligieron al tipo equivocado. “Él es un modelo para muchas personas”, dijo. “Se dedica a la salud humana en general, y en particular a los niños”.
Años de trabajo en vacunas infantiles resultaron ser una ventaja para los científicos cubanos. Las vacunas Moderna y Pfizer-BioNTech utilizaron una nueva tecnología llamada ARNm, que instruye a las células para que produzcan la proteína de punta que, a su vez, desencadena un ejército de anticuerpos para protegerse contra la llegada del coronavirus. Los cubanos confiaron en un enfoque más tradicional. Crearon conjugados de vacunas de subunidades, que incluyen partes inofensivas de un virus que estimulan el sistema inmunológico para producir anticuerpos.
Esa técnica se había utilizado “en cientos de millones de dosis de vacunas para niños en el mundo”, dijo Vérez. Creía firmemente que era efectivo y seguro.
El Dr. Gerardo Guillen, director de Investigación Biomédica del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB). Foto: ACN/Marcelino Vázquez Hernández
Alrededor de 400 personas trabajaron en el desarrollo, prueba y producción de las vacunas cubanas. “Durante dos años, no existió el sábado o el domingo”, dijo Gerardo Guillén, otro destacado científico, cuyo equipo creó Abdala, la vacuna que se usó en la mayoría de los cubanos adultos.
Los desafíos no eran solo las complejidades de un nuevo virus. Gran parte de los equipos e insumos de última generación para productos farmacéuticos provienen de Estados Unidos o Europa. Cuba intentó eludir las sanciones de Estados Unidos realizando compras a través de terceros países. “Siempre tenemos que estar cambiando de intermediarios, porque cuando ellos [autoridades de EE.UU] las identifican, las cancelan”, dijo Guillén, director de investigaciones biomédicas del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología de La Habana. Los científicos cubanos recurrieron a viajar al exterior para tomar prestados equipos de colegas foráneos.
Cuando se le pidió una respuesta, el Departamento de Estado dijo que el embargo “incluye exenciones y autorizaciones importantes” para exportaciones como “productos agrícolas, medicamentos, dispositivos médicos y otros artículos”. Sin embargo, algunas empresas evitan vender a Cuba, temen que puedan entrar en conflicto con los reguladores estadounidenses. La Oficina de Derechos Humanos de las Naciones Unidas advirtió en 2020 que el embargo de Estados Unidos estaba perjudicando la respuesta de Cuba a la pandemia.
Cuba logró controlar la pandemia desde el principio, cerrando fronteras y evaluando enérgicamente los casos. Pero una vez que la isla reabrió parcialmente al turismo en noviembre de 2020, apareció la variante delta altamente infecciosa.
Con los casos en aumento, Cuba comenzó a vacunar a los adultos en mayo de 2021, incluso antes de que sus propios reguladores aprobaran las inyecciones. El éxito de la vacuna en el país contrastaba fuertemente con el lamentable estado de su sistema de salud pública, que durante mucho tiempo se había promocionado como un logro importante de la Revolución de 1959. Entre la pandemia, las sanciones estadounidenses y las ineficiencias de la planificación estatal, la economía de Cuba se marchitó. La falta de medicamentos fue un factor que impulsó las protestas nacionales de julio pasado.
Vérez confiaba en que su Soberana 02 tendría éxito, tanto que la probó él mismo en los primeros ensayos clínicos. (Cuba ya lo autorizó tanto para adultos como para niños). En septiembre pasado, Cuba lanzó la primera campaña masiva de vacunación infantil contra el coronavirus en el mundo, llegando a 1,7 millones de jóvenes, de 2 a 18 años. “Tuvimos muy pocos efectos adversos”, dijo sobre el esquema de tres vacunas. Los científicos ahora están trabajando en una vacuna para bebés.
Según un recuento de Reuters, el 94% de los 11 millones de habitantes de Cuba han recibido al menos una dosis de las vacunas de fabricación nacional. Con la caída de los casos, Cuba se deshizo de su estricto mandato de mascarilla el mes pasado, después de casi tres semanas sin una muerte por covid-19.
Las vacunas cubanas han sido enviadas a Vietnam, Venezuela, Siria y Nicaragua. Soberana 02 también se fabrica en Irán. Pero su adopción internacional se ha visto frenada por el proceso de aprobación global. Abdala está siendo estudiada por la OMS, y la solicitud de Soberana 02 se presentará después de que una organización de investigación privada la revise para identificar cualquier brecha, dijo Vérez.
Los resultados de los dos primeros conjuntos de ensayos clínicos de las vacunas cubanas han sido publicados por revistas científicas respetadas. La revisión por pares aún está pendiente para la tercera fase.
Las vacunas podrían ofrecer ventajas para los países más pobres que carecen de la red de congeladores ultrafríos que requieren algunas inyecciones. “El almacenamiento y transporte es mucho más fácil”, dijo Pérez Riverol.
De alguna manera, las vacunas representan la culminación de la visión de Castro de un próspero programa cubano de biotecnología. Sin embargo, la experiencia de Pérez Riverol muestra cuán amenazado está ese sueño. Recuerda estar entre unos 30 estudiantes en Cuba que recibieron títulos de licenciatura en 2007 en microbiología y virología. Más del 90% de ellos han emigrado desde entonces, dijo, como parte de una fuga de cerebros acelerada.
Si bien no es inusual que jóvenes científicos brillantes de países pequeños estudien o trabajen en el extranjero, esto es diferente, dijo Pérez Riverol. “Es una migración sin retorno”.
(Tomado de The Washington Post / Traducción Cubadebate)
NR. Sobre el tema del Robo de Cerebros Cubadebate recomienda estos artículos y noticias:
El Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología CIGB entregó al Prof. Dr. Sjef Smeekens un reconocimiento por su continua contribución al desarrollo de la investigación científica. Foto: CIGB/ Facebook.
La vacuna cubana Soberana Plus demostró, en los resultados recién publicados en The Lancet Respiratory Medicine, su efectividad en reforzar la inmunidad contra diferentes variantes del SARS-CoV-2.
La revista, que tiene un factor de impacto de 30.7 y es líder en el tema, abordó los resultados de los ensayos clínicos fase 2a y 2b de la vacuna Soberana Plus, informó el Instituto Finlay de Vacunas en su cuenta de Twitter.
Cuba y China presentan primera patente de su vacuna Pan-Corona. Foto: @EdMartBCF/ Twitter
Fruto de la colaboración entre China y Cuba en el sector biotecnológico se presentó recientemente en la Oficina Nacional de la Propiedad Intelectual de este país asiático la primera patente de la vacuna Pan-Corona, informó este miércoles a través de su cuenta en Twitter el presidente de BioCubaFarma, Eduardo Martínez Díaz.
“Estas investigaciones conjuntas tienen el propósito de lograr vacunas efectivas contra los coronavirus y no solo tendrían valor en la actual pandemia, sino que podría ser efectiva contra la aparición de nuevos patógenos pertenecientes a esta familia de virus”, indicó Martínez Díaz.
De acuerdo con el director de Investigaciones biomédicas del CIGB, Gerardo Guillén, el proyecto para concebir Pan-Corona surgió a solicitud de la parte china y cuenta con el visto bueno del Ministerio Cubano de Ciencia y Tecnología
Explicó que se basa en combinar partes de virus que son conservadas y no tan expuestas a la variación (para generar anticuerpos), con las dirigidas a las respuestas celulares.
Comentó que se trata de “una estrategia que pudiera proteger contra emergencias epidemiológicas de nuevas cepas del coronavirus que pudieran existir en el futuro”.
El proyecto Pan-Corona tiene su base en un centro de investigación y desarrollo biotecnológico conjuntos que funciona desde 2019 en la ciudad de Yongzhou (provincia de Hunan, centro) y lo lideran expertos del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB) de la isla caribeña.
Todas las predicciones y la racionalidad científica apuntan a que desgraciadamente tendremos que sufrir nuevas epidemias como resultado lógico del incremento de la población mundial, la producción animal y el movimiento de las personas, explicó en una entrevista con EFE el doctor Guillén.
La iniciativa pone el foco en los coronavirus no solo debido a la crisis global causada por el SARS-CoV-2, sino teniendo en cuenta que esa familia de virus es una de las más propensas a saltar de animales a humanos (fenómeno denominado zoonosis), con antecedentes como el MERS en oriente medio o el SARS-CoV-1.
Pan-Corona es un antígeno de tipo recombinante, que es la plataforma de desarrollo de vacunas en la que el CIGB tiene mayor experiencia, con antecedentes exitosos como la de la hepatitis B, además de dos de las vacunas cubanas contra la covid-19, una de ellos Abdala.
Asociación de Cubanos Residentes en Toronto realiza donativo de insumos médicos en respuesta a los sucesos en el Hotel Saratoga. Foto: Embajada de Cuba en Canadá
La Asociación de Cubanos Residentes en Toronto Juan Gualberto Gómez realizó un donativo consistente en insumos médicos, por un valor aproximado de 73 000 dólares canadienses, en respuesta a los sucesos ocurridos en el Hotel Saratoga el 6 de mayo, donde más de 99 personas resultaron lesionadas y 46 perdieron la vida.
Póster de la doctora María Guadalupe Guzmán Tirado en el aeropuerto internacional de París, Charles de Gaulle. Foto: Yahima Esquivel/Facebook.
Inmenso y a todo color es el póster que muestra una foto de la doctora María Guadalupe Guzmán Tirado en el aeropuerto internacional de París, Charles de Gaulle (CDG), informó hoy Yahima Esquivel, embajadora de Cuba ante la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).