
Foto: Juan Carlos Borjas
Escribo estas líneas motivado por el dolor que a tantos nos ha causado la prematura desaparición física del intelectual, periodista, guerrero informático y revolucionario cubano Iroel Sánchez Espinosa.
Lo que sigue recoge parte de una conversación que sostuve con él durante mi más reciente visita a Cuba, en febrero de este año. Hablamos de muchas cosas, por supuesto, pero no podíamos abstenernos de hacerlo sobre la criminal política de Washington hacia Cuba: el bloqueo económico, comercial, financiero, informático; la persecución o los chantajes sobre los intelectuales, artistas o figuras públicas y celebridades de Cuba; el fenomenal acoso informático desatado desde múltiples granjas de trolls desde Miami; las decenas de noticias falsas lanzadas a diario para sembrar el desaliento, la confusión y la rabia en la población sometida a los duros rigores del bloqueo integral decretado por la Casa Blanca hace más de sesenta años.