Una mentira o fake news colosal acaba de ser revelada. Sirvió de pretexto a Donald Trump para devolver a Cuba a la lista espuria de países que, según ellos, patrocinan el terrorismo. Hablamos de la infame calificación que le impide a Cuba acceder a créditos y operar como otras naciones en transacciones financieras indispensables para operar su economía.
Frances Stonor Saunders hizo una profunda investigación en la que desentraña los hilos de la CIA y EE.UU. en la formación de una izquierda compatible con su imperialismo (Foto: Dimitris Vetsikas / Pixabay).
Con el fin de oponerse a la Unión Soviética, al socialismo y al comunismo, el Gobierno de Estados Unidos recurrió en gran medida a armas ideológicas encubiertas, financiando una izquierda «saludable» para el resguardo de los intereses del capitalismo en el mundo.
Desde palomas mensajeras para espiar a la Unión Soviética, pasando por el uso de máquinas precursoras, hoy dignas de descansar en un museo, o súper agentes del tipo James Bond, Estados Unidos empleó los más variados recursos técnicos y humanos para lograr ventajas sobre sus hipotéticos enemigos, y también… con respecto a sus cercanos socios. ¿Desconfianza de los aliados o simple fiebre de prepotencia?
Querer posicionarse por encima y delante de los demás puede ser un vicio de difícil cura, y también, como los virus malinos, implica y contagia. De eso parte el goteo periódico con revelaciones de secretos muy guardados o fortuitas alianzas, y entre las recién conocidas estuvo la colaboración de los servicios de inteligencia danesa con sus homólogos norteamericanos. No fue la primera ocasión en que se descubren fisgoneos a países o personas, pero igual impacta por lo abundante, nada menos que 35 jefes de Estado y de Gobierno de todos los continentes, la mayor parte, socios cercanos y fieles a Washington.
El control mayoritario de la derecha sobre los principales periódicos, radios, cadenas de televisión y las redes sociales ha desempeñado un rol fundamental en los golpes de Estado, parlamentarios o judiciales contra gobiernos progresistas en América Latina.
En el nuevo Plan Cóndor que aplican la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y el Gobierno de Estados Unidos a través de sus embajadas en la región, uno de los objetivos principales no es matar a los dirigentes principales, aunque lo han intentado, sino desprestigiarlos, encarcelarlos o inhabilitarlos.
Para sembrar dudas en la población sobre su honestidad y la acción de un gobierno en favor de las mayorías empobrecidas, los medios y las redes difunden noticias falsas, muchas de las cuales se convierten en campañas.
Quienes tristemente vivieron y los que han podido leer sobre la siniestra Operación Peter Pan, organizada, finananciada y ejecutada por la Agencia Central de Inteligencia (CIA), ya están vacunados contra esa inicencia que nos arrebató a 14 mil niños cubanos de los brazos de sus padres.
Los padres que temían perder la patria potestad de sus hijos en Cuba, terminaron perdiéndola realmente en Estados Unidos. Muchos jamás lograron reencontrarse. Otros todavía no han aparecido