
Posterrorismo «pacífico», últimas tendencias de una moda antigua y maquiavélica.(+Video)
Por Francisco Grass
Cada vez que oigo hablar de libertad a un cubano proimperialista me recuerda a los que vendían su alma al imperio romano y vivían toda una vida de servidumbre con la cabeza baja y sometido a la voluntad del emperador. Algunos, olvidaban que alguna vez pertenecieron a una nación libre e independiente, olvidaron su cultura, su lengua, su gente. Otros, incluso vendían a los suyos por algunas monedas de oro, o por la promesa de una mejor vida en lo que estaría por llegar, la mayoría de estos terminaban siendo carne de leones en el coliseo, o esclavos. ¡Qué fatídico final!
Por otro lado, hubo quienes se enfrentaron al imperio y no se dejaron conquistar, aunque después de haber luchado tanto contra un enemigo poderoso, quedaron atrapados e influenciados por su cultura, este es el caso de la conocida Britania, hoy Reino Unido.
Pido disculpas a los lectores, pues he dado un levísimo bosquejo histórico a un fenómeno que es tan antiguo como la humanidad. Siempre hay una nación grande tratando de someter a otras más pequeñas, siempre hay personas que se venden por dinero, venden a los suyos, venden sus principios, siempre hay una mentira o un falso mensaje que sirve para legalizar o naturalizar un acto de terror, en una etapa fue la religión, la fe ciega del hombre, y el hombre que poseía la verdad absoluta, una verdad que solo respondía a Dios.