
El mercenarismo y los programas subversivos al interior de #Cuba.(Fotos).
La USAID declaró públicamente el 27 de junio de 2019 en el apéndice al Programa Anual Promoviendo los Derechos Humanos en Cuba: “Trabajar en una sociedad cerrada como Cuba presenta desafíos y riesgos particulares para sus destinatarios, beneficiarios y consultores”. [1]
Añadía en el texto de una “cláusula de responsabilidad de viajes para Cuba” que el gobierno estadounidense no podía garantizar la seguridad de sus “beneficiarios” en el terreno:
“EL BENEFICIARIO NO ACTUARÁ COMO AGENTE NI INTERVENDRÁ BAJO LA DIRECCIÓN DE USAID Y SERÁ RESPONSABLE DE LA ADMINISTRACIÓN EFICIENTE Y EFICAZ DE SUS PROPIOS PROGRAMAS […]”
Reafirmaba que el “beneficiario, sus agentes o empleados que implementan programas en Cuba” no inculparían o harían responsable a la USAID en casos de detención, encarcelamiento, secuestro o lesiones, entre otras consecuencias, “por situaciones atribuibles a sus actos, omisiones o negligencia”. La USAID y su gobierno intentaban una vez más evadir su responsabilidad ante el mundo y colocaban a sus empleados en el terreno en condición de vulgares mercenarios.

