
Hay un dicho que reza: “el papel aguanta todo lo que tú le pongas”. Es un dicho analógico, por supuesto, porque en el mundo moderno el papel ha sido rebasado con creces. Hoy las redes digitales son el sitio idóneo para decir lo que sea, sin consecuencias aparentes. Esa libérrima condición propicia en los usuarios una sensación de impunidad, que a su vez determina en buena medida que se exacerben los peores instintos y conductas de los seres humanos.