
Las consecuencias socioeconómicas del conflicto bélico y las sanciones internacionales a Rusia serán otro fuerte golpe a las clases medias en América Latina y el Caribe. Ya venían siendo castigadas por los efectos de la pandemia con el incremento del desempleo y la consiguiente pérdida de los ingresos de los hogares. Ahora se le suma el shock inflacionario por el alza de los precios de los alimentos y de la energía, aumentos que encienden las alarmas sobre una porción de esas clases medias que pueden retroceder a niveles de pobreza monetaria.Para cualquier economía que aspira a la cohesión social es fundamental contar con estratos medios fuertes y resistentes, pues estos colaboran en el fortalecimiento del consumo y de la inversión en educación, salud y vivienda, además de desempeñar un papel clave en los sistemas de protección social a través de sus contribuciones derivadas de su vida laboral.