El imperio asfixia, Cuba Salva
“No puedo respirar”, decía desesperado George Floyd bajo la rodilla asesina de un policía de Mineápolis. “No puedo respirar”, dice ahora mismo un niño cubano con una enfermedad cancerígena, necesitado de un medicamento estadounidense que el bloqueo no permite adquirir.
El imperio asfixia, discrimina, divide, mata. Es la esencia de un sistema basado en el individualismo excluyente, en la injusticia rampante, en la prepotencia avasalladora. Mata tanto el racismo denigrante en la nación norteamericana como el absurdo bloqueo contra Cuba.
Donald Trump y su gobierno son expresión ácida y perversa de esas esencias. Su discurso xenófobo y ultranacionalista, sus acciones divisivas y amenazantes, su egolatría y menosprecio por los semejantes tiene devastadoras consecuencias tanto dentro de su país como en el resto del mundo. Seguir leyendo