
«Estaba en el lugar equivocado, en el momento equivocado», diría con pasmosa tranquilidad el asesino Luis Posada Carriles a una periodista tiempo después del criminal hecho.
Hace 25 años moría en La Habana el joven italiano Fabio Di Celmo, como víctima de uno de los numerosos actos terroristas que el Bamby y otros connotados asesinos, asentados mayormente en la Florida y entrenados por la CIA, ejecutaron hasta su muerte contra Cuba y contra cualquiera que mantuviera relaciones con el país donde «equivocadamente» nacieron.