
#Cuba: la dignidad no acepta injerencias.
Autor: Elson Concepción Pérez
Los acontecimientos de este domingo en algunas ciudades y pueblos cubanos crearon una especie de festín en Miami, Washington, y en alguna que otra ciudad europea, desde donde –coincidentemente–, la agencia de prensa española efe ha reportado reacciones y ha fabulado y exagerado los hechos, multiplicando, quizás hasta por cien, la cantidad de los que «protestaban» y añadiendo calificativos peyorativos que no coinciden con los escuchados.
Al parecer las «noticias» llegadas desde Cuba, prediciendo el fin del socialismo en la Isla de la Libertad, despertaron al secretario general de la oea, el señor Luis Almagro, que raudo y veloz twiteó su condena al «régimen dictatorial» de Cuba por «llamar a civiles a reprimir» y por promover la confrontación contra quienes protagonizan las protestas contra el Gobierno.
Lo de Almagro no es nuevo, más bien es un reciclado folletín de mal gusto por parte de quien está acostumbrado a preparar golpes de Estado como el de Bolivia e inmiscuirse en los asuntos internos de otras naciones, con la mayor desfachatez del mundo.
Desde Miami llegaron las más repulsivas y groseras advertencias ante lo que ocurrió en la Isla vecina.