Esa colina no resplandece
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Los oligarcas tomaron la ‘Shining Hill’ mucho antes que las hordas trumpistas
Para mí, lo más preocupante del asalto al Capitolio hace dos semanas ha sido la reacción de mucha buena gente de la izquierda, incluyendo a Alexandria Ocasio-Cortez, aunque al menos ella tiene la excusa de estar en trauma postshock. Me refiero a quienes se han sumado a la CNN y a Joe Biden en sus elogios a la democracia estadounidense y su convicción de que el Capitolio constituye la “tierra sagrada” de la democracia. Aquello de la “ciudad resplandeciente sobre la colina y un faro de libertad para el mundo”.
Es normal que Joe Biden y Kamala Harris se deshagan en elogios por la Shining Hill y el excepcionalismo estadounidense. Nadie debería extrañarse de que un veterano de Washington como Biden anuncie en su discurso de inauguración que “la democracia ha prevalecido” ni que The New York Times destaque la frase en portada con un cuerpo de letra 56 y a cinco columnas.