#Bolivia. De golpista a víctima.
En materia de desinformación y crear matrices de opinión a su favor, los yanquis son los primeros del mundo. Su maquinaria de propaganda es sólida y experimentada, fabrican una estrella de la noche a la mañana y el caso de Jeanine Áñez, expresidenta golpista de Bolivia, es un buen ejemplo.
Después de las elecciones presidenciales del 2019 en Bolivia, donde resultó ganador indiscutible Evo Morales, a pesar del esfuerzo realizado por Estados Unidos para impedirlo, de inmediato la CIA ejecutó su plan previsto, un golpe de Estado apoyado por el ejército, con el fin de posicionar al frente de la nación a la persona que tenían seleccionada previamente y dispuesta a cumplir todas las órdenes emitidas desde Washington.