El discurso de la Unión más espantoso que ojos humanos han visto

 

 

 

 

 

Por. Jesús Arboleya Cervera

Puede resultar una exageración el título de este trabajo, pero como Donald Trump es adicto a los superlativos, hay que juzgarlo en grande, sin límites racionales que no vienen al caso.

Resulta imposible analizar un discurso donde buena parte de lo que se dijo no es cierto, para eso se inventó el detector de mentiras o la sala de un psicoterapeuta, porque Donald Trump no es un loco, pero sí una personalidad enfermiza. Lo más lógico sería hacer lo que hizo Nancy Pelosi, romperlo, desaparecerlo de la historia. Me excusan la exuberancia, pero estoy contagiado de pedantería. Seguir leyendo