
Primero fue la ilusión, la idea de que la unidad de los jugadores haría el milagro. Luego fue la desilusión, al ver que no remontaban la ofensiva del poderoso team estadounidense.
Finalmente ha sido la indignación, por el boicot tolerado después de tanta declaración de prohibiciones para evitarlo y por las agresiones y los insultos a los seguidores y hasta a los familiares del team que ilusionó a todo un pueblo.