Estados Unidos retrocedió 50 años en los derechos de la mujer con un plumazo de la mayoría de la Corte Suprema de Justicia de ese país. No hay imagen mejor de la degradación que sufre esa nación. Hoy celebra su independencia entre fuegos de artificios y balas.

Ningún imperio es para siempre. Lo mostró la poderosa Roma. Perdió su casi incontestable dominio entre guerras, declinación económica, corrupción, inmoralidades, y declinó hasta la decadencia.
Así de decrépita anda también la Roma moderna. Contestada en lo militar, zozobrante en lo económico, degradada en lo social, enana en lo moral. Más peligrosa entonces en su proyección hacia el mundo.