“Es una injusticia lo que ha pasado con Cuba”, declaró el recién electo presidente de Colombia, Gustavo Petro, cuando se le preguntó sobre la designación de Cuba como patrocinador del terrorismo internacional durante una conferencia de prensa con el secretario de Estado, Antony Blinken, en octubre pasado. “Es necesario corregirlo”, agregó. Blinken indicó que la designación sería revisada: “Tenemos leyes claras, criterios claros, requisitos claros, y continuaremos revisándolos según sea necesario para ver si Cuba continúa mereciendo esa designación”.
La multitudinaria y emotiva toma de posesión de Luiz Inacio Lula Da Silva en Brasil, el primer día del año, y el anuncio en Colombia del inicio del alto al fuego con cinco organizaciones armadas en ese país son las noticias que iluminan de esperanza el inicio del año en América Latina y el Caribe.
Lula asume por tercera vez la presidencia de un Brasil duramente aislado y golpeado por los años de Bolsonaro. El otrora líder sindical dirige ahora un país muy diferente al que recibió en 2003, en su primera presidencia: debilitado económicamente por la inflación y la deuda, con un crecimiento exponencial de la pobreza y las inequidades, extremamente polarizado y con un Congreso derechizado, con mucha influencia del bolsonarismo.
Foto: Fidel y nuestra América; sus modos de actuar
Propongo comenzar con esta pregunta: ¿Acaso no sabemos mucho más qué dijo Fidel y bastante menos cómo actuó, en función de hacer realidad las proyecciones de la Revolución cubana al sur del río Bravo?
Es usual referir las ideas que él expusiera en público, sobre disímiles temas y problemas de América Latina y el Caribe. Por ejemplo, respecto del neoliberalismo, la unidad y la inevitabilidad de la revolución social.
Crece el llamado a nivel internacional para sacar a la isla caribeña de esa espurea lista
Injusto y desconsiderado; es lo que está pasando con Cuba al seguir entre los países acusados de promover el terror, cuando la realidad es que esta isla caribeña ha ofrecido su territorio, para llevar la paz. Como ejemplo de ello, fue lo acontecido con Colombia, donde Cuba fue el escenario perfecto para que se iniciara el proceso de pacificación, pedido por el mismo presidente colombiano de ese momento, Juan Manuel Santos. En este sentido, personalidades, presidentes y dirigentes del mundo entero, piden a gritos eliminar a Cuba de la terrible lista estadounidense, ya que constituye un acto desproporcionado contra la isla caribeña.
Hace muy poco, el presidente de Colombia, Gustavo Petro lo primero que hizo fue pedirle a Anthony Bliken, secretario de Estado de los Estados Unidos, precisamente sacarla de este nefasto grupo. Esto, por considerar que la isla caribeña hizo un gran esfuerzo al prestar su territorio, para que se dieran las reuniones y negociaciones de paz y así poder garantizar la tranquilidad en esa convulsionada nación neogranadina. Por eso, Petro aprovechó la visita de Bliken a Colombia, para calificar como una injusticia el trato a Cuba, pues fue Santos quien pidió a la isla que albergara primero las negociaciones de paz, que incluso el gobierno estadounidense, entonces encabezado por Barack Obama, respaldó.
Recordemos que este hecho se tergiversó con la llegada de Iván Duque al poder en Colombia, pidiendo a Washington que declarara a Cuba un país que estimulaba las actividades subversivas, con lo cual la isla volvió a ser incluida en dicho listado en 2021, lo que ha conllevado sanciones. Los diálogos de Paz en Colombia, comenzaron en febrero del año 2017 en Ecuador, desde donde fueron trasladados a La Habana al año siguiente, pero quedaron estancados y detenidos oficialmente en 2019 en el gobierno de Iván Duque. A todas éstas, aunque Bliken no negó, ni aceptó la solicitud de Petro, sí soltó la lacónica posibilidad de reconsiderarlo, aunque de momento, Cuba no sería retirada de la lista.
Pero no sólo Petro levanta la voz a favor de Cuba. Cerca de 300 organizaciones basadas en la fe, iglesias y creyentes de 23 países del mundo, piden lo mismo: sacar a Cuba de la lista, y no sólo eso, también piden levantar el bloqueo y los cientos de medidas coercitivas contra el pueblo cubano. Es así como entre las personalidades, iglesias y organizaciones firmantes, se encuentran el Nobel de Paz Adolfo Pérez Esquivel, la religiosa japonesa Filo Hirota, la Comunión de Iglesias Reformadas de Cuba, Reverendo Chris Ferguson de la Universidad Reformada de Canadá; entre otros. Éstos elevaron un comunicado ante la reciente asamblea del Consejo Mundial de Iglesias, en el que hacían esta solicitud; y al Papa Francisco que hizo un claro llamado a los países poderosos a cesar agresiones, bloqueos y sanciones unilaterales contra cualquier otra nación. En dicho documento exigen levantar el terrible calificativo a Cuba, como una medida de elemental justicia.
No obstante, toda esta nefasta historia contra Cuba, por parte de Washington, tiene su origen en 1982 cuando por vez primera fue anexada a la lista de países vetados junto con Sudán e Irán. Posteriormente, el 29 de mayo de 2015, el secretario de Estado de ese momento, John Kerry, anunció la decisión final de rescindir la designación de Cuba en la referida lista, después de una evaluación favorable realizada por el Departamento de Estado a petición del presidente estadounidense de entonces.
En dicha evaluación tuvo mucho peso la histórica reunión del presidente cubano, Raúl Castro, con Barack Obama celebrada en Panamá durante la Cumbre de las Américas. Luego, Obama, anunció su decisión de eliminar a Cuba de esa lista, en la que estaba junto con Irán, Sudán y Siria. Hace año y medio, volvió a repetirse la medida. El para entonces presidente, Donald Trump y el nefasto y ya olvidado del uribista de Iván Duque, no le perdonaron al gobierno y al pueblo cubano su decisión de respeto a la soberanía y a la no injerencia. Y es así como en enero de 2021, la nación caribeña fue incluida nuevamente en el listado. En esta decisión, están las manos de los sempiternos enemigos de Cuba, Bob Meléndez y Marco Rubio, protagonistas de un entramado con la mafia cubanoamericana y el Departamento de estado.
La reacción de Cuba, y a nivel internacional, no se hizo esperar. El ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez, calificó como absurda la inclusión de su país en la referida lista y rechazó la interferencia de esta medida en la relación entre familias. En su defensa, el gobierno cubano informó que jamás ha permitido que su territorio se utilice para organizar acciones de este tipo contra cualquier otro país.
Por lo pronto, el gobierno de Joe Biden mantiene la incertidumbre de si sacará o no a Cuba de la lista, hay algunos que creen que podría buscarle la vuelta y sacar a Cuba y meter a Venezuela, sin embargo, eso tendría más riesgos. Sobre este aspecto, se agrega como evidente el efecto que sobre Cuba han tenido las campañas de la USAID, la Ned y hasta la CIA, con presupuestos económicos, que hacen un gran daño a la isla.
Cuba de esta infausta decisión. Se impone la justicia, y que definitivamente, ¡saquen a Cuba de la lista!
Sobre la autora: Ana Moreno es periodista e integrante del Movimiento de Solidaridad y Amistad mutua Venezuela Cuba- Anzoátegui.
Los firmantes señalan que Cuba ha demostrado ser un Estado amigo del pueblo colombiano, mediante su respaldo a la construcción de la paz en el país sudamericano y en diversos campos del desarrollo social como el de la salud y la educación.
El gobierno de Gustavo Petro-Francia Márquez ha comenzado a muy buen ritmo en su importantísima encomienda y exhibe firmes avances a 11 días de la toma de posesión. Ha registrado ya ante el Congreso su medida insignia, la reforma tributaria, sin cuya aprobación no podía cumplir los programas sociales para llevar a cabo la reforma rural integral, hacer de la educación y la salud un derecho universal y combatir frontalmente el hambre en el segundo país más desigual de América Latina.
Una mentira o fake news colosal acaba de ser revelada. Sirvió de pretexto a Donald Trump para devolver a Cuba a la lista espuria de países que, según ellos, patrocinan el terrorismo. Hablamos de la infame calificación que le impide a Cuba acceder a créditos y operar como otras naciones en transacciones financieras indispensables para operar su economía.
Trascendencia obliga. Hoy, Día del Sol, es justo y necesario hablar del triunfo histórico de Gustavo Petro y Francia Márquez en Colombia. Lo celebra toda la América, menos esa parte del continente que está contra Nuestra América.
Bárbara Betancourt puso el acento en algunos pronunciamientos descalificadores, como los del Gobernador de La Florida, Ron De Santis, quien calificó a Petro como narco terrorista y de Mario Vargas Llosa, tradicionalmente en contra de las tendencias populares y quien ha dicho que espera que el resultado de esta elección sea un accidente que dure poco.
Hay días difíciles para la izquierda, días en los que parece que la reacción tiene la batalla ganada. Pero de tanto en tanto, la fortuna le sonríe y se comienzan a acumular derrotas para sus adversarios.
De lo mal que lo está pasando la derecha dentro y fuera de Cuba se habló hoy en el programa Con Filo, con mención especial para Saily, Denis Solís y el escenario en Colombia.
Cambian las administraciones de republicanos y demócratas en la Casa Blanca, pero las estrategias de tensión y desestabilización sistemática del Estado profundo (la estructura secreta que se sitúa por encima de las apariencias democráticas y a espaldas de la opinión pública estadunidense) contra países considerados “enemigos” de Washington, permanecen. Una constante en las últimas dos décadas han sido las políticas de “cambio de régimen” contra Venezuela. Objetivo: el petróleo. Y eliminar un modelo político alternativo a la dominación estadunidense en América Latina y el Caribe.
En la coyuntura, siguiendo el esquema del conflicto ucraniano en Europa, la administración demócrata de Joe Biden continúa la política de su antecesor, el republicano Donald Trump, utilizando a Colombia como plataforma para la agresión a Venezuela. Desde finales de 2021, Washington ha venido utilizando al gobierno cipayo de Iván Duque, en la activación de líneas de tensión en la frontera del río Arauca entre Colombia y Venezuela, importante región geopolítica y geoestratégica por ser acceso a reservas de petróleo y gas, agua dulce, minerales, biodiversidad y otros recursos naturales.
#Cuba desmiente supuesta presencia de Iván Márquez en la Isla: es una «mentira políticamente motivada».
El director general de América Latina y el Caribe del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba, Eugenio Martínez, calificó hoy de mentira políticamente motivada la supuesta presencia de Iván Márquez en la nación caribeña.
En un mensaje publicado en Twitter, el diplomático cubano desestimó los rumores difundidos por el funcionario colombiano Francisco Santos, exembajador de Bogotá en Estados Unidos, sobre la “huida” del líder de la otrora Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC).
“Ex alto funcionario colombiano Francisco Santos, que no sale de un escándalo para entrar en otro, difunde la mentira políticamente motivada de que Iván Márquez está en Cuba”, escribió Martínez.
#Venezuela asegura que #Colombia busca enlodar diálogo.
Colombia busca atascar el diálogo entre el Gobierno de Venezuela y la oposición en México, tras la acusación que realizó la Cancillería de ese país sobre la presunta incursión no autorizada de un avión no tripulado venezolano Orlan 10, afirmó el ministro de la Defensa de esta nación sudamericana, Vladimir Padrino López.”Nos cuesta mucho tomar en serio el hilo conductor que describe la narrativa guerrerista colombiana para enlodar el diálogo en México. Hace pensar que los superorganismos de inteligencia vecino, pasaron de custodiar la producción y el tráfico de estupefacientes, al consumo”, señaló Padrino López en su cuenta en Twitter.
En otro mensaje, el ministro pidió al Gobierno colombiano que sea serio, pues indicó que “está quedando muy mal” con las acusaciones que realiza contra su país. La Cancillería de Colombia denunció el 26 de septiembre ante la comunidad internacional la incursión no autorizada de un avión venezolano no tripulado Orlan 10, el día anterior.