Evo Morales, Lula da Silva y Rafael Correa
Juan Manuel Karg – Página 12.- Ninguno de los tres gobierna hoy en su país. Transformaron Brasil, Bolivia y Ecuador, pero están proscriptos, corridos del escenario electoral por una derecha que los exilió o los encarceló, con una coordinación que ni siquiera es disimulada y responde a intereses internos, pero sobre todo externos. El mejor ejemplo de ello es la inhabilitación en simultáneo, el mismo día y con apenas minutos de diferencia, para Rafael Correa y Evo Morales, quienes se disponían a participar como candidatos a vicepresidente y senador, respectivamente, en elecciones ya viciadas de origen. Un mensaje contundente: mismo día, casi misma hora, los dos afuera de la cancha.
En Brasil todo se desencadenó con un impeachment sin crimen de responsabilidad contra la entonces presidenta Dilma Rousseff, con un objetivo inocultable de fondo: la salida del Partido de los Trabajadores del Palacio de Planalto y la prisión y posterior inhabilitación de Luiz Inácio Lula da Silva. Realizado el golpe parlamentario, tras el cual asumió Michel Temer en 2016, no iban a permitir que el candidato mejor valorado en las encuestas compita. Fue lo que pasó: condenaron a Lula por un departamento que no era de él, lo enviaron a prisión y lo corrieron de las presidenciales de 2018. El ultraderechista mesiánico Jair Bolsonaro ganó tras una sucia campaña, recostado en un furibundo antipetismo que fue alimentado por los principales medios de comunicación y con un martilleo sistemático de fake news contra Fernando Haddad, candidato del PT, en redes sociales, principalmente en Whatsapp. Seguir leyendo