En los últimos años se ha retomado en Cuba con insistencia a nivel social la utilización de los términos Ciencia, Tecnología e Innovación (CTI). Existen indicaciones claras de Gobierno al respecto y todos los organismos de la Administración Central del Estado, empresas, administraciones locales y otras dependencias manejan en sus planes estas tres categorías, aunque en muchos casos sea más por disciplina, que por comprensión.
Desde que comenzó la Pandemia provocada por el nuevo coronavirus y su enfrentamiento en nuestro país, han sido reiteradas las expresiones de reconocimiento a la visión de largo alcance presente en las concepciones de Fidel Castro sobre el rol que debe desempeñar la ciencia en nuestro país.
También se ha agradecido su empeño y audacia para diseñar y poner en práctica un sistema de desarrollo científico y tecnológico de alcance nacional, sostenido en dos pilares fundamentales, la democratización del conocimiento que se traduce en la formación de cientos de miles de profesionales en diversos campos, y la creación de una red de instituciones capaces de agruparlos y garantizar el despliegue de programas y proyectos de investigación, muchos de los cuales eran impensados para países subdesarrollados.
Lo cierto es que el valor de las concepciones de Fidel, y de la obra que forjó, han sido decisivas para el enfrentamiento a la pandemia en Cuba, sobre todo si se tiene en cuenta la complicada situación que atraviesa la casi totalidad de los países lo que en gran medida puede afectar la ayuda solidaria fuera de las fronteras nacionales.
En la complicada situación internacional actual se pone de relieve la importancia de contar con fortalezas endógenas para combatir una enfermedad casi desconocida y de fácil propagación, a la vez que eleva el extraordinario mérito de Cuba concretado en la ayuda internacionalista a otros pueblos azotados por el nuevo coronavirus. Aunque no esté físicamente en este nuevo contexto, la presencia de Fidel no pasa inadvertida.
Caricatura en relación a los supuestos ataques acústicos que habrían afectado a funcionarios estadounidenses, en La Habana, Cuba. 6 de octubre de 2017. ACN CARICATURA/Osvaldo GUTIÉRREZ GÓMEZ/ogm
Un informe de un Comité creado por las Academias Nacionales de Ciencia, Ingeniería y Medicina (Nasem) de EE.UU. señaló, recientemente, que las ondas de radiofrecuencia pudieran ser la causa más probable de las supuestas afectaciones de salud de los diplomáticos de EE.UU. y sus familias en la capital cubana.
Sin embargo, como se señaló este martes en el paraninfo de la Academia de Ciencias de Cuba, el referido documento no cita ninguna evidencia directa de la hipótesis de la radiofrecuencia, y su discusión de la literatura científica contradice esta idea en varios de sus párrafos. Seguir leyendo →