El escaso apoyo a los «cuatro gatos» que participan en la rabieta callejera y mediática de Miami solo confirma que su barato discurso político en contra de la «dictadura» cubana cuenta cada vez con menos adeptos en la otrora llamada capital del Sol, hoy capital del odio. Ilustración Cubasí.
Mientras todo el que se siente cubano, en cualquier parte del mundo donde resida, entona la canción de Habana D Primera dedicada al Team Asere, un grupúsculo de neofascistas patalean presas del odio en la Calle Ocho de La Pequeña Habana, frente al restaurante Versailles, en la ciudad de Miami.