Después del triunfo de la Revolución, Haydée Santamaría se hizo cargo de la fundación, desarrollo y consolidación de la Casa de las Américas, una de nuestras instituciones culturales que alcanzó un alto reconocimiento internacional y dejó sentir su impronta en la historia de nuestra cultura. Foto: Archivo
El 30 de diciembre del pasado año arribaba a su centenario Haydée Santamaría, nuestra heroína del Moncada. No podemos dejarla morir. El reconocimiento de su dimensión heroica es un acto de justicia histórica. Implica la reafirmación de paradigmas indispensables en el plano de la conciencia para seguir defendiendo nuestro proyecto de emancipación humana. No pueden congelarse en estatuas marmóreas. Su grandeza reside en que supieron alcanzarla desde su frágil condición humana, compartida por todos nosotros.
El presidente João Goulart, en el Automóvel Clube, el 30 de marzo de 1964, víspera de su derrocamiento. Foto: Archivo
No nos volvamos a engañar: nuestra frágil democracia sigue en riesgo. Recuerdo el gobierno de João Goulart a inicios de la década de 1960 y sus declaraciones de que llevaría a cabo reformas de base. Las Ligas Campesinas levantaban a los nordestinos. Los sindicatos defendían con ardor los derechos adquiridos durante la presidencia de Vargas. La Unión Nacional de Estudiantes era temida por su poder de movilización de la juventud.
Hace solo unos días veíamos con alegría cómo egresados de varias generaciones y estudiantes del Instituto Preuniversitario Vocacional de Ciencias Exactas Federico Engels, de Pinar del Río, daban rienda suelta a las emociones durante la conmemoración de los 45 años de fundado ese plantel.
Fidel en la Plaza de la Revolución Jose Martí. Foto: Archivo de Juventud Rebelde.
Sin duda, Fidel Castro ha sido el más aventajado discípulo de las ideas y la praxis revolucionaria de José Martí.
No fue pura coincidencia histórica, sino que el líder de la Revolución Cubana asumió el ideario martiano de manera consciente y entregada.
Así lo ratificó en 1985 en sus conversaciones con Frei Betto: “Yo, antes de ser comunista utópico o marxista, soy martiano; lo voy siendo desde el bachillerato: no debo olvidar la atracción enorme del pensamiento de Martí sobre todos nosotros, la admiración por Martí”.
En marzo de 1949, cuando marines yanquis profanaron la estatua del Héroe Nacional en el habanero Parque Central, Fidel fue uno de los que encabezó la airada protesta frente a la embajada de Estados Unidos; en 1953, declararía a Martí como el autor intelectual de los asaltos a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes; durante su alegato de autodefensa conocido como la Historia me absolverá denunció como le habían impedido consultar las obras de Martí, pero que no importaba, pues traía en “el corazón las doctrinas del maestro”, el primer frente en la Sierra Maestra, dirigido por Fidel, ostentaría el nombre de José Martí. Estas son apenas algunas pinceladas que ilustran la hondísima vocación martiana de Fidel, algo que parecía genético. Hoy el líder de la Revolución descansa para siempre junto al Apóstol en el Cementerio de Santa Ifigenia en Santiago de Cuba, en una piedra que alude a la conocida frase martiana que Fidel convirtió en una de las máximas fundamentales de su existencia: “toda la gloria del mundo cabe en un grano de maíz”.
Estados Unidos todos los días viola los derechos humanos de miles de personas en su país y en el mundo, pero jamás son sancionados por las organizaciones que se dedican a ese tema. Por supuesto que no lo hacen porque fueron creadas y son financiadas por los mismos yanquis para atacar a los países que no se someten a sus dictados.
El caso más reciente de violación de los derechos humanos en Estados Unidos, es el escandaloso asesinato del Tyre Nichols, de 29 años y solo 68 kg de peso, a manos de cinco policías del Departamento de Policía de Memphis, el pasado 7 de enero 2023, quienes detuvieron a Nichols en plena vía, sin motivos, y le propinaron una salvaje paliza hasta causarle la muerte. Los cinco agentes tienen un peso corporal de más de 450 kg.
Como parte de este cambio de estrategia se conformó una organización llamada “Movimiento Ciudadano 21 de Noviembre” (MC-21N), cuya estrategia subversiva tiene como objetivo derrocar al gobierno de Nicolás Maduro, provocando un escenario de ingobernabilidad.
El 5 de marzo de 2022, aniversario de la muerte del Comandante Hugo Chávez (nada es casualidad), llegaba a Caracas una delegación del gobierno estadounidense. Emisarios de Joe Biden que tenían un objetivo claro: ante la imposibilidad de garantizar el suministro de petróleo debido al conflicto entre Estados Unidos/OTAN y Rusia, con Ucrania como proxy, querían negociar la reducción de sanciones a la industria petrolera venezolana y la entrada en ese mercado de la estadounidense Chevron. Recientemente, y también de manera relacionada, hemos conocido otros dos sucesos. En primer lugar, el Embajador español en Venezuela entregó sus cartas credenciales a Nicolás Maduro, lo que implica que el gobierno de Pedro Sánchez deja de reconocer a la marioneta Guaidó (anteriormente ya lo había hecho Estados Unidos, y pronto lo hará la Unión Europea) y explícitamente coloca como único interlocutor al único gobierno legítimo que existe en Venezuela.
Un par de días antes, el gobierno venezolano anunciaba que sería el Canciller y no el Presidente Maduro el que viajaría a Buenos Aires para participar en la Cumbe de Jefes de Estado de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) ante la información obtenida sobre un plan de la derecha neofascista para llevar a cabo una serie de agresiones contra la delegación venezolana y su Jefe de Estado.
Parte de este plan lo dimos a conocer la semana pasada, con la debida precaución y cuidado a las fuentes, en el texto titulado “Del ALCA a la CELAC, la injerencia estadounidense no se detiene”. ¿Qué está pasando entonces en Venezuela? ¿Podemos pensar que se está dando un relajamiento de las medidas de “presión” impulsadas por Estados Unidos y la Unión Europea contra la Revolución Bolivariana? La respuesta es no. Sucede que la estrategia de violencia, guarimbas, presión internacional, bloqueo económico centrado en la industria petrolera y auto proclamación de Guaidó, no ha dado resultado y se acercan en pocos meses las elecciones presidenciales, elecciones a las que la oposición venezolana llega débil y Nicolás Maduro y el PSUV llegan con fuerza y muchas posibilidades de repetir la victoria de 2018. Como parte de este cambio de estrategia en fechas recientes se conformó una organización llamada “Movimiento Ciudadano 21 de Noviembre” (MC-21N), cuya estrategia subversiva tiene como objetivo derrocar al gobierno de Nicolás Maduro, provocando un escenario de ingobernabilidad en los próximos 4 meses. En esa estrategia harán un esfuerzo por sumar a sectores descontentos de la sociedad venezolana, enfocándose especialmente en el sector salud y educación, y en algunos líderes sociales. El movimiento “MC-21N” propone en sus documentos no públicos a los que hemos tenido acceso, iniciar una campaña de desestabilización bajo la bandera de la libertad democrática, respeto a los Derechos Humanos, liberación de los llamados presos políticos e intensificación de denuncias de corrupción en el gobierno venezolano. Uno de sus principales campos de batalla serán las redes sociales, donde con ayuda extranjera van a montar campañas mediáticas de fake news denunciando el supuesto malestar de la población con el objetivo de volver a generar un clima de protestas, y al no haber dado resultado la vía violenta, formalmente utilizarán la modalidad de resistencia pasiva no violenta. El objetivo: exigir la renuncia de Nicolás Maduro acusándolo de dictador y narcoterrorista. Asimismo, la organización “MC-21N” ha sido instruida por fuerzas externas para trabajar en la cooptación de oficiales activos y retirados de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), apuntando a cargos jerárquicos altos. El “MC-21N” está orientando a sus miembros a organizar cédulas de inteligencia regional con el fin de suministrar información actualizada sobre el gobierno, el ejército y los sectores populares, así como elementos sensibles y en tiempo real sobre PDVSA. La recomendación que hacen si son detenidos es insistir en que actúan a nombre propio para desviar la atención de las fuerzas de seguridad venezolanas. El” MC-21N”, creado oficialmente en octubre de 2021, pretende hacerse pasar por una ONG, pero claramente es una organización política de extrema derecha cuyo objetivo, a pesar de difundir intentar distanciarse de las acciones violentas del pasado, sigue siendo una salida violenta para Venezuela, sin descartar, en caso de ser posible, el magnicidio de Nicolás Maduro Moros. Entre sus miembros se encuentra el opositor venezolano José Patines, autodefinido como anti comunista y anti chavista, que ha venido apoyando públicamente a Guaidó. La estrategia que está definiendo en estos momentos el “MC-21N” coincide con las acciones de guerra no convencional impulsadas por Estados Unidos contra Venezuela y otros países progresistas. Su Presidente, William Jiménez, es miembro de alto rango de una federación interamericana de abogados con sede en Washington. El Movimiento Ciudadano 21 de Noviembre recibe financiamiento de “Creative Associates” de Costa Rica, conocidos por haber articulado con financiamiento de USAID la Red Zunzuneo contra la Revolución Cubana, lo cual devela un nivel de articulación con los centros de subversión político-ideológica impulsados por los servicios de inteligencia estadounidenses. Es imposible desvincular lo que está sucediendo en Venezuela, del golpe de Estado en Bolivia, el golpe parlamentario contra Pedro Castillo en Perú o el asalto a la democracia en Brasil por parte del bolsonarismo. Y todas las pistas desde el sur, apuntan al norte…