
Siempre se ha dicho de la corrupción que existente en el Parlamento Europeo, de las presiones y chantajes que reciben sus miembros para aprobar resoluciones contra países que no son del agrado de los Estados Unidos y la manipulación del mal traído tema de los Derechos Humanos, coronada con la entrega de premios a los lacayos que cumplen orientaciones de los yanquis, pero ahora el escándalo ha sido imposible de callar al salir a la luz pública la participación de Eva Kaili, vicepresidenta del Parlamento europeo, sobre un presunto tráfico de influencias con Qatar.