Datos preliminares del referendo
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¡Viva Cuba!
¡Viva Fidel!
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¡Viva Cuba!
¡Viva Fidel!
A raíz del referendo del Código de las Familias efectuado este domingo 25 de septiembre en Cuba, y los importantísimos avances en derechos para todos que significa, republicamos la entrevista que el Comandante Fidel Castro concediera a la directora del diario mexicano La Jornada en agosto de 2010 y recomendamos además la lectura de la parte del libro (página 106 a la 116) Cien horas con Fidel, donde el intelectual francés Ignacio Ramonet disponible en este enlace http://media.cubadebate.cu/wp-content/uploads/2021/11/cien_horas_con_fidel.pdf. En ambos documentos Fidel aborda las discriminaciones de distinto tipo, incluyendo el tratamiento hacia los homosexuales en los inicios de la Revolución cubana, y la marginación, y la educación y la cultura como vía para superarlas.
La Habana. Aunque no hay nada que denote en él malestar alguno, creo que a Fidel no le va a gustar lo que voy a decirle:
-Comandante, todo el encanto de la Revolución Cubana, el reconocimiento, la solidaridad de una buena parte de la intelectualidad universal, los grandes logros del pueblo frente al bloqueo, en fin, todo, todo se fue al caño por causa de la persecución a homosexuales en Cuba.
Fidel no rehuye el tema. Ni niega ni rechaza la aseveración. Sólo pide tiempo para recordar, dice, cómo y cuándo se desató el prejuicio en las filas revolucionarias.
Hace cinco décadas, y a causa de la homofobia, se marginó a los homosexuales en Cuba y a muchos se les envió a campos de trabajo militar-agrícola, acusándolos de contrarrevolucionarios
.
-Sí -recuerda-, fueron momentos de una gran injusticia, ¡una gran injusticia! -repite enfático-, la haya hecho quien sea. Si la hicimos nosotros, nosotros… Estoy tratando de delimitar mi responsabilidad en todo eso porque, desde luego, personalmente, yo no tengo ese tipo de prejuicios.
Se sabe que entre sus mejores y más antiguos amigos hay homosexuales.
-Pero, entonces, ¿cómo se conformó ese odio al diferente
?
Él piensa que todo se fue produciendo como una reacción espontánea en las filas revolucionarias, que venía de las tradiciones. En la Cuba anterior no sólo se discriminaba a los negros: también se discriminaba a las mujeres y, desde luego, a los homosexuales…
-Sí, sí. Pero no en la Cuba de la nueva
moral, de la que tan orgullosos estaban los revolucionarios de dentro y de fuera…
-¿Quién fue, por tanto, el responsable, directo o indirecto, de que no se pusiera un alto a lo que estaba sucediendo en la sociedad cubana? ¿El Partido? Porque ésta es la hora en que el Partido Comunista de Cuba noexplicita
en sus estatutos la prohibición a discriminar por orientación sexual.
-No -dice Fidel-. Si alguien es responsable, soy yo...
«Es cierto que en esos momentos no me podía ocupar de ese asunto… Me encontraba inmerso, principalmente, de la Crisis de Octubre, de la guerra, de las cuestiones políticas…»
-Pero esto se convirtió en un serio y grave problema político, Comandante.
–Comprendo, comprendo… Nosotros no lo supimos valorar… sabotajes sistemáticos, ataques armados, se sucedían todo el tiempo: teníamos tantos y tan terribles problemas, problemas de vida o muerte, ¿sabes?, que no le prestamos suficiente atención.
-Después de todo aquello, se hizo muy difícil la defensa de la Revolución en el exterior… La imagen se había deteriorado para siempre en algunos sectores, sobre todo de Europa.
-Comprendo, comprendo -repite-: era justo…
-La persecución a homosexuales podía darse con menor o mayor protesta, en cualquier parte. No en la Cuba revolucionaria -le digo.
-Comprendo: es como cuando el santo peca, ¿verdad?… No es lo mismo que peque el pecador, ¿no?
Fidel esboza una tenue sonrisa, para luego volver a ponerse serio:
–Mira: piensa tú cómo eran los días nuestros en aquellos primeros meses de la Revolución: la guerra con los yanquis, el asunto de las armas y, casi simultáneamente a ellos, los planes de atentados contra mi persona…
Fidel revela lo tremendamente
que influyeron en él y lo que alteraron su vida las amenazas de atentados y los atentados mismos de que fue víctima:
«No podía estar en ninguna parte, no tenía ni dónde vivir…» Las traiciones estaban a la orden del día, y él tenía que andar a salto de mata…
«Escapar a la CIA, que compraba tantos traidores, a veces entre la misma gente de uno, no era cosa sencilla; pero en fin, de todas maneras, si hay que asumir responsabilidad, asumo la mía. Yo no voy a echarle la culpa a otros…», sostiene el dirigente revolucionario.
Sólo lamenta no haber corregido entonces…
Hoy, sin embargo, el problema se está enfrentando:
Bajo el lema La homosexualidad no es un peligro, la homofobia sí
, se celebró recientemente en muchas ciudades del país la tercera Jornada Cubana por el Día Mundial Contra la Homofobia. Gerardo Arreola, corresponsal de La Jornada en Cuba, da cuenta puntual del debate y la lucha que se lleva adelante en la isla por el respeto a los derechos de las minorías sexuales.
Arreola refiere que es Mariela Castro, una socióloga de 47 años -hija del presidente cubano Raúl Castro-, quien lidera el Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex), institución que -dice ella- ha conseguido mejorar la imagen de Cuba después de la marginación de los años 60.
Aquí estamos las cubanas y los cubanos, para seguir luchando por la inclusión, para que ésta sea la lucha por todas y todos, por el bien de todas y todos
, dijo Mariela Castro al inaugurar la jornada, escoltada por transexuales que sostenían una bandera cubana y otra multicolor del movimiento gay.
Hoy en Cuba, los esfuerzos por los homosexuales incluyen iniciativas como cambio de identidad de transexuales o las uniones de civiles entre personas del mismo sexo.
Desde los años 90, la homosexualidad en la isla está despenalizada, aunque no deja de haber del todo casos de asedio policiaco. Y desde 2008 se practican operaciones gratuitas de cambio de sexo.
Fidel Castro durante la entrevista. Foto: Estudios Revolución
El bloqueo
En 1962 Estados Unidos decretó el bloqueo contra Cuba. Se trató de una feroz tentativa de genocidio
… como le ha llamado Gabriel García Márquez, el escritor que mejor ha cronicado el periodo.
-Periodo que dura hasta nuestros días -me advierte Fidel.
«El bloqueo está vigente hoy más que nunca, y con el agravante, en estos momentos, de que es ley constitucional en Estados Unidos, por el hecho de que la vota el presidente, la vota el Senado, la vota la Cámara de Representantes…»
El número de votos y su aplicación pueden aliviar considerablemente, o no, la situación. Pero ahí está…
-Sí, ahí está la ley Helms-Burton, injerencista y anexionista… y la ley Torricelli, debidamente aprobadas por el Congreso de Estados Unidos.
Recuerdo bien al senador Helms el día de 1996 en que le fue aprobada su iniciativa. Estaba exultante y repetía ante los periodistas lo central de sus pretensiones:
«Castro se tiene que ir de Cuba. No me importa cómo Castro deje el país: si es en forma vertical, o en forma horizontal, eso es asunto de ellos… Pero Castro debe dejar Cuba.»
Fidel y Carmen Lira Foto: Estudios Revolución
Comienza el cerco
«En 1962, cuando Estados Unidos decretó el bloqueo, Cuba se encontró de pronto con la evidencia de que no tenía nada más que seis millones de cubanos resueltos, en una isla luminosa y desguarnecida…«
Nadie, ningún país, podía comerciar con Cuba; con nadie se podía comprar o vender, ¡ay de aquel país o empresa! que no se sujetara al asedio comercial decretado por Estados Unidos. Siempre me llamó la atención aquel barco de la CIA que patrulló las aguas territoriales hasta hace unos pocos años, para interceptar los barcos que llevaran mercancías a la isla.
El problema mayor, sin embargo, fue siempre el de las medicinas y los alimentos, que se mantiene hasta nuestros días. Todavía hoy no se permite a ninguna empresa alimentaria comerciar con Cuba, ni siquiera por la importancia de los volúmenes que la isla adquiriría o porque ésta siempre está obligada a pagar por adelantado.
Condenados a morir de hambre, los cubanos tuvieron que inventar la vida otra vez desde el principio
, dice García Márquez.
Desarrollaron una tecnología de la necesidad
y una economía de la escasez
, relata: toda una cultura de la soledad
.
No hay gesto de pesar, menos de amargura, cuando Fidel Castro admite el abandono en que dejó a la isla gran parte del mundo. Al contrario…
-La lucha, la batalla que tuvimos que dar nos llevó a hacer esfuerzos superiores a los que tal vez habríamos hecho sin bloqueo -dice Fidel.
Recuerda con una suerte de orgullo, por ejemplo, la gigantesca operación de masas que llevaron adelante cinco millones de muchachos, agrupados en los CDR. Tan sólo en una jornada de ocho horas lograron una vacunación masiva en todo el país, con la que erradicaron enfermedades como la polio o el paludismo.
O cuando más de un cuarto de millón de alfabetizadores -cien mil de ellos niños se echó a cuestas la alfabetización de la mayor parte de la población adulta del país que no sabía leer ni escribir.
Pero el gran salto
se da, sin duda, en la medicina y en la biotecnología:
-Se habla de que Fidel mismo mandó a formar en Finlandia a un equipo de científicos y médicos que habrían de encargarse de la producción de medicamentos.
–El enemigo usó contra nosotros la guerra bacteriológica. Trajo aquí el virus II del Dengue. En la Cuba pre revolucionaria no se conocía ni el I. Aquí nos apareció el II, que es mucho más peligroso porque produce un dengue hemorrágico que ataca sobre todo a los niños.
«Entró por Boyeros. Lo trajeron los contrarrevolucionarios, esos mismos que andaban con Posada Carriles, esos mismos que indultó Bush, esos mismos que dieron lugar al sabotaje del avión de Barbados... Esa misma gente recibió la tarea de introducir el virus», denuncia Fidel.
-Culpaban a Cuba porque, decían, había mucho mosquito en la Isla -le digo.
-¿Cómo no iba a haberlos si para combatirlos hace falta el abate, y el abate no lo podíamos obtener: nada más lo producían en Estados Unidos? -revela.
El rostro del comandante se ensombrece:
Se nos empezaron a morir los niños
, recuerda. «No teníamos con qué atacar la enfermedad. Nadie nos quería vender las medicinas y los equipos con los que se erradica el virus. Ciento cincuenta personas murieron víctimas de la enfermedad. Casi todos eran niños…
Tuvimos que acudir a las compras por contrabando, aunque era carísimo. Dondequiera prohibieron hasta traerlo. Una vez, por misericordia, dejaron traer un poco.
Por misericordia
, ha dicho el hombre fuerte de la Revolución. Confieso mi turbación…
No precisamente por misericordia, sino por solidaridad, acudieron algunos amigos de Cuba. Fidel menciona, por México, a los Echeverría: Luis y María Esther que, aunque ya no estaban en el gobierno, pudieron conseguir algunos equipos que permitieron paliar de alguna forma la epidemia.
-No los olvidaremos nunca -dice conmovido.
-¿Ya ve? -le digo. No todo han sido malas o desafortunadas relaciones con personajes del poder mexicano…
-Desde luego que no -dice antes de que concluyamos la plática-entrevista y pasemos al almuerzo que compartimos con su esposa, Dalia Soto del Valle.
Desde esa terraza sideral donde se coloca para mirar y analizar el mundo, la vida… Fidel hace un brindis por que en el mundo del futuro tengamos una sola Patria
.
«¿Qué es eso de que unos son españoles, otros ingleses, otros africanos? ¿Y que unos tienen más que otros…?
«El mundo del futuro tiene que ser común, y los derechos de los seres humanos tienen que estar por encima de los derechos individuales… Y va a ser un mundo rico, donde los derechos sean igualitos para todos…»
-¿Cómo se va a conseguir eso, comandante?
-Educando… educando y creando amor y confianza.
Este domingo los cubanos y las cubanas votarán en referendo por un nuevo Código de las Familias que significará un sustantivo desarrollo en derechos y garantías para toda la ciudadanía, pero especialmente para minorías sexuales, ancianos, mujeres y niñas. En Cuba desde hace más de cinco décadas existen la maternidad remunerada, el derecho de la mujer a decidir sobre su embarazo con atención médica universal y gratuita para ello y a recibir igual salario por igual trabajo que los hombres. Todo eso, parte de una legislación garantista que ahora avanza y se consolida con el nuevo Código, no pasa de ser una aspiración para las mujeres estadounidenses.
Sin embargo, el gobierno de Estados Unidos, que en nombre de los Derechos Humanos, desata guerras, sanciona países, y aplica contra Cuba el más largo y completo sistema de castigo económico que se ha conocido, lejos de disminuirlas, por estos días las incrementa obligando a cualquier viajero a la Isla que quiera visitar territorio de EE.UU. a requerir visa, dañando así el turismo, uno de los principales renglones de la economía cubana.
Y peor: En su guerra de propaganda anticubana Washington pone ahora toda la maquinaria de terrorismo 2.0 en redes digitales, que financia para el cambio de régimen en la isla, a promover el voto en contra de un Código que permitirá, entre muchas cosas, el matrimonio igualitario, y la maternidad solidaria. Expertos dicen que en materia de derechos sexuales y familiares es de las legislaciones más avanzadas del mundo y propina un duro golpe al patriarcado.
No obstante, el discurso de la política exterior estadounidense se erige como defensor de los derechos de las mujeres. Lo hace después de crear, con sus amigos muyahidines, el retrógrado Talibán para sacar a los soviéticos de Afganistán, y hacer retroceder miles de años las libertades que las mujeres afganas conquistaron con un gobierno de orientación socialista. O aliarse al reino de Arabia Saudita, el país que Biden acaba de visitar como vendedor de armas, donde las mujeres están privadas de cualquier vida social y política y condenadas a castigos medievales si se apartan lo más mínimo de las estrictas reglas que establece una monarquía sin parlamento ni elecciones de ningún tipo. Nada de eso despierta escrúpulos en Washington, como tampoco lo hacen las cientos de mujeres y niñas “daños colaterales” del fuego de sus drones, helicópteros y bombarderos en el Oriente Medio y más allá.
Esa visión politizada, sesgada y oportunista de los Derechos Humanos, y en particular de los derechos de las mujeres, es la del Presidente Joe Biden cuando dijo esta semana en la ONU “estar del lado de los ciudadanos valientes y de las mujeres valientes de Irán” por unas protestas donde es evidente la mano estadounidense. Desde los tiempos en que la Secretaria de Estado Hillary Clinton, allá por 2009, le reconocía a Fared Zakaría en CNN que Washington utilizaba Twitter para fomentar rebeliones contra el gobierno de Teherán mucho ha evolucionado la tecnología pero no el cinismo instalado en la Casa Blanca. Desde entonces, sobran los elementos, incluyendo diplomáticos estadounidenses detenidos en medio de protestas anteriores, para saber que aunque pueden haber elementos reales de inconformidad detrás de una manifestación callejera, como en cualquier lugar del mundo, la larga mano de los servicios especiales estadounidenses y los poderosos medios de comunicación que le son afines, son determinantes en lo que el mundo percibe como real.
Esta vez el motivo es la muerte de la joven Masha Amini, fallecida en una comisaría de Teherán, tras ser detenida por el cuerpo conocido como Policía de la Moral, por no usar adecuadamente el velo islámico. Las autoridades iraníes han alegado que falleció de un infarto, y un video de cámaras de seguridad publicado por estas muestra a Amini en una especie de conferencia donde solo se ven mujeres sin rasgo algo alguno de violencia, de la que se levanta, camina, va a hablar con otra mujer y cae por sus propios pies, recibe atención médica y es trasladada en una ambulancia. Nada que ver con las víctimas de drones norteamericanos, los torturados en cárceles clandestinas o Guantánamo y Abuh Ghraib, cuyas imágenes indignan nuestras retinas. Mucho menos los disparos sobre la multitud, con mujeres y niños, que inundaba el aeropuerto de Kabul tratando de huir junto a las tropas estaodunidenses, que en su estampida de Afganistán dejaron en manos de los extremistas del Talibán a las mujeres afganas. Más cerca de sus fronteras, los nombres de las activistas sociales anticapitalistas Bertha Cáceres (Honduras) o Marielle Franco (Brasil), asesinadas a balazos, nunca han salido de la boca de un líder estadounidense. Sin embargo, los grandes medios de comunicación no dejan de hablar de lo primero y callan lo segundo.
Para las mujeres afganas, víctimas de un régimen parido por las aventuras fracadas de Washington en el Oriente Medio no hay palabras bonitas entre los gobiernos de Occidente, tampoco para las yemeníes que mueren ellas y ven morir a sus hijos de hambre o de bala en una guerra instigada por Riad y respaldada por Washington, ni para las cubanas que día a día enfrentan las carencias impuestas por el bloqueo genocida que Biden recrudece contra Cuba y que a partir de este domingo, pese a ello, saldrán a votar por más y más amplios derechos de los que las mujeres estadounidenses carecen.
Doble rasero, hipocresía, e intereses geopolíticos, cero preocupación legítima por los Derechos Humanos, es lo único que muestra el discurso estadounidense sobre la mujer, ya sea en América, en Asia o en el Polo Norte. “Valientes”, por cínicos, son los que con la verdad delante de sus narices parecen ignorarlo.
Nada de lo que sucede en Miami puede extrañar y menos aún cuando se trata de la comunidad cubana emigrada autocalificada de “exilio”, grupo que nunca ha cesado de ejecutar actos terroristas contra el pueblo de Cuba.
La guerra mediática contra Cuba, hasta hace poco, golpeaba mentes y corazones en la opinión pública internacional. Sin apenas influencia en la opinión interna de la Isla.
En los últimos años, con el desarrollo de Internet y las redes sociales, un proceso ralentizado –por cierto- por el bloqueo tecnológico de Washington, la situación ha cambiado.
Y ha facilitado que los medios digitales contrarrevolucionarios, que ya existían, sostenidos con subvenciones del Gobierno de EEUU, hayan comenzado a impactar en ciertos segmentos de la población cubana.
El endurecimiento del bloqueo, más la falta de ingresos por turismo por la pandemia, han creado una dura situación de desabastecimiento en Cuba.
Y en este escenario de oportunidad, la Comunidad de Inteligencia del Gobierno de EEUU no ha dudado. Hace un año lanzó un gigantesco bombardeo comunicacional, aprovechando la estructura de medios digitales citados. Y se produjo el 11 J.
Hoy, en medio de una aguda crisis eléctrica, esta estrategia se mantiene. Y consigue que algunas personas jóvenes, abrumadas por las carencias, se sumen al discurso más entreguista.
Pero, como en toda guerra, también afloran los brotes de dignidad. Hay una corriente de movilización espontánea, desde formatos nuevos, de jóvenes antiimperialistas. Son los Pañuelos Rojos, Cimarronas, Nuestra América, La Manigua y muchos otros proyectos que aúnan ciberactivismo y movilización.
Dispuestos a todo por la Revolución. Listos para el combate en defensa de la Soberanía.
Una mujer, que está en un grupo de migrantes que fueron trasladados a Martha’s Vineyard, Massachussets, carga a su hijo mientras son alimentados afuera de una iglesia. (Ray Ewing / Associated Press)
La mendicidad digital es tan vieja como la internet, pero más molesta ahora que cuando empezó. Lleva más de 20 años en línea y ha servido para todo tipo de causas, hasta que aterrizó directamente en la política para reducir casi cualquier encuentro humano al acto y al arte de pedir con exageraciones y engaños.
Están a punto de cumplirse 55 años del asesinato del Che en Bolivia. El imperialismo tuvo que invertir enormes recursos financieros, militares y tanques pensantes para eliminarlo físicamente. No imaginaban que la proyección de su figura seguiría creciendo no solo en el plano de las ideas. Quedaría sembrada, como semilla fecunda, en el imaginario popular y desbordaría los límites de nuestra América para alcanzar los cinco continentes, allí donde hombres y mujeres afrontaran injusticias por reparar.
Habremos de rendirle los honores debidos. Pero tenemos que comprometernos, sobre todo, en seguir profundizando, a tenor de las actuales circunstancias del mundo, en el estudio de su vida y de su obra múltiple –ambas sorprendentemente ricas– teniendo en cuenta el breve transcurso de su existencia y las numerosas tareas asumidas en ese lapso.
En busca de la verdad
Espacio para publicar y debatir sobre temas de la historia y la actualidad de Cuba y el mundo
...Oh, la pupila insomne y el párpado cerrado. Rubén Martínez Villena
Promoviendo la FE de nuestra cubanísima Revolución