La libertad suele ser una palabra usada hasta el hartazgo por más de un demagogo en las redes digitales y en el “mundo real”. Muchos hacen de este término una suerte de mantra para seducir a sus seguidores o la llevan en los labios para vivir de ella, parafraseando a Martí.
Pero, valdría la pena preguntarse: ¿Qué libertad queremos? ¿La de lucrar a costa de la pobreza ajena? ¿La falsa libertad de los mercados que no es más que el imperio de los monopolios? ¿La libertad de comprar muchas armas? ¿La libertad de ver y escuchar solo lo que quieren los grandes medios internacionales, o sea, corporativos? Sobre el tema habló el programa Con Filo.