El ridículo show tantas veces escenificado. De todos modos, el concierto de los Van Van se realizó con éxito.
Mientras en La Habana se ofrecían con total normalidad conciertos en los que participaban músicos estadounidenses y cubanos residentes en la isla o en los Estados Unidos, en la Florida un grupúsculo intentaba boicotear las presentaciones de una emblemática orquesta cubana.
Mientras el senador anticubano Ted Cruz se enriquece a costa de la NRA los niños mueren masacrados en Texas.
«¿Cómo puedes dormir por las noches?», arremetió Jonathan Fortuna, como un simple usuario de una de las redes sociales, contra el legislador de Texas y, lamentablemente, de origen cubano Ted Cruz, quien trató de tapar la irresponsable política sobre la venta y posesión de armas de fuego, cuando, tras la masacre en un colegio de enseñanza primaria de su estado, en la tranquila localidad de Uvalde, sugirió poner más oficiales armados en las escuelas como solución al problema, y negó que las medidas de control al respecto fueran efectivas.
El entramado sobre el que se ha construido Estados Unidos se sostiene en la idea de ser un pueblo elegido por Dios. Un seguimiento del discurso de todos sus presidentes dará cuenta de la presencia y continuidad del concepto en todos ellos, aunque han tenido la precaución de adaptarlo a cada momento histórico.
Nos prohibieron los medios rusos para que, sobre el conflicto de Ucrania, pudiéramos disfrutar de una información veraz… y plural (1). Tan plural como este titular: “Ucrania evacúa sus militares de la acería de Azovstal”, que fue repetido en decenas y decenas de medios occidentales (2).
Que, durante días, insistieron en que las tropas ucranianas fueron “evacuadas”, “salieron” o “abandonan la planta” (3) (4). ¿Se rindieron? ¿Se entregaron? ¡Eso jamás! Son palabras prohibidas en la neolengua impuesta por el Ministerio de la Verdad (5). Como en la novela 1984.
Neolengua
En esta neolengua, Venezuela, Cuba o Bolivia “nacionalizan” o “expropian” empresas (6). Pero si Alemania hace lo propio con la filial rusa Gazprom Germania, debe decirse que «toma el control» (7). Si EEUU confisca bienes de empresarios rusos, a estos se les llama “oligarcas” y el botín se justifica: es para “destinar el dinero a ayudar a Ucrania” (8).
Ante el crimen es imposible no estremecerse, sobre todo porque sabemos que no es el primero, y no será el último mientras en lo que muchos defienden como la sociedad de ensueño, poseer un arma sea tan fácil como comprar un automóvil
Solo unas pocas jornadas nos separan del Día Internacional de la Infancia, fecha que marca en el calendario el homenaje a la inocencia, a quienes deberían ser los seres más felices y mejor protegidos sobre la faz de la Tierra.
Pero tristemente no es esa la realidad; a los miles que mueren a diario por hambre, enfermedades, pobreza extrema y desatención, se suman también las vidas que arranca la más cruda y repulsiva violencia.
Ese es el caso de las víctimas de otra masacre, de las ya incontables que suma el uso indiscriminado de las armas en Estados Unidos. Texas llora hoy la pérdida de 19 infantes de entre siete y diez años, quienes, junto a dos maestras, fueron abatidos en su escuela primaria sin que hubiera tiempo alguno de reacción.
Ante el crimen es imposible no estremecerse, sobre todo porque sabemos que no es el primero, y no será el último mientras en lo que muchos defienden como la sociedad de ensueño, poseer un arma sea tan fácil como comprar un automóvil, un electrodoméstico o el último celular a la venta en el mercado.
No ha existido jamás una voluntad real y seria de enfrentar el fenómeno, sobre todo, porque el de la producción y comercio de armas, legal o ilegalmente, es un negocio rentable que ha financiado no pocos ascensos a las cumbres del poder político estadounidense.
«Es hora de actuar», ha dicho el presidente Biden, quien aseguró también estar asqueado y cansado de situaciones de esta índole; pero, ojo, la hora de actuar pasó hace mucho, y en la práctica todavía no parece que se percaten de ello.
Sin embargo, hay una realidad mucho peor: si bien el mandatario ha dicho que retomar la prohibición de armas de asalto pudiera ser un paso esencial para enfrentar el auge de los tiroteos masivos, el mal de fondo no se soluciona con una ley, cuya probabilidad de ser aprobada es bien escasa.
Cabe preguntarse, ¿con qué moral puede el Gobierno de esa nación prohibir el uso de armas a sus ciudadanos, si su carrera armamentista ha cobrado millones de vidas inocentes alrededor del mundo?
Sin que sea en absoluto un argumento de justificación, aquellos que toman un arma y disparan a mansalva, son en muchos casos seres marginados y golpeados duramente por ese sistema, como parece ser el caso del autor de esta masacre.
Resulta inimaginable el dolor y la desesperación de padres que despidieron a sus hijos por la mañana en la escuela para, unas horas después, enterarse de que han sido acribillados en su salón de clases.
Y todavía hay quienes llaman a Cuba dictadura, y aseguran que deberíamos apostar por ese sistema de balazos en las escuelas, por ese escenario violento, en el cual los que pueden cambiar el paisaje voltean el rostro y siguen llevando a sus bolsillos el dinero de una industria que produce muerte.
Es curioso cómo aquellos que califican a los gobernantes cubanos de asesinos y brutales represores, adoran retratarse con armas de asalto en sus manos, reproduciendo los patrones del país que veneran, e incitan a la violencia para «acabar con el régimen», sin el más mínimo atisbo de vergüenza.
Si la vida de un niño no es motivo suficiente para defender la paz y enfrentar la violencia, qué otra razón pudiera promover un cambio tan profundo en el seno del país más poderoso del orbe.
El de robar a nuestros niños la tranquilidad y protección de que disfrutan es un precio que Cuba no está dispuesta a pagar. Es esa una de las más sensibles razones para defender su proyecto social.
Científicos de la planta de producción del CIGB, donde se fabrica Abdala. Foto: Abel Padrón Padilla/ Cubadebate.
En la sociedad cubana de hoy escuchamos a muchos científicos de las ciencias naturales (me refiero aquí a profesionales de la investigación científica, porque pensamiento científico debemos tener todos cada vez más) hablando sobre temas económicos, opinando en debates públicos, con las autoridades o en la calle, o, incluso, defendiendo sus opiniones y propuestas en los medios de comunicación.
Nada hay en la investigación semiótica que pueda atomizarse o separarse del contexto histórico y social. Nada hay que pueda ignorar las determinaciones objetivas del debate capital-trabajo y, desde luego, nada es comprensible sin el reconocimiento sistematizado de las luchas semióticas emancipadoras protagonizadas por los pueblos según sus diversidades, su grado de organización, desarrollo e intervención transformadora.
Constantinopla, capital del Imperio Bizantino, estaba siendo asediada por las tropas del sultán Mehmet II. Sus hasta entonces invulnerables murallas parecían no poder contener más a las huestes invasoras. Hasta el propio emperador caería en combate, junto a sus soldados, defendiendo los últimos reductos de su antaño gloriosa capital. La historia dictaba las páginas finales de Bizancio mientras en la urbe, a cierta distancia del fragor de la batalla, algunos «filósofos» sostenían una enrevesada controversia sobre el sexo de los ángeles.
¿Cuándo han visto que en un espacio televisivo en Cuba a un músico se le pregunte con insistencia por el imperialismo? ¿En qué programa de radio se ha presionado a un cantante para que condene al bloqueo impuesto contra este país?
Este martes, el programa Con Filo se refirió a los artistas que hacen carrera en el extranjero, y son encumbrados o sepultados por la maquinaria según digan o no lo que los odiadores en jefe quieren escuchar.
Con la esperanza de ser escuchados, aunque sea por móviles, en los muchos sitios del país donde ahora mismo puede faltar la electricidad y se afectan así hasta las señales de trasmisión, comenzamos refiriéndonos a la dura crisis energética que se vive en Cuba y no es una fake news. Es una realidad dolorosa que se debe, en primerísimo lugar, al acumulado de mantenimientos que no han podido hacerse como consecuencia del bloqueo recrudecido y la pobre o nula disponibilidad de recursos para emplearlos en las plantas sobre-explotadas, porque en los últimos dos años, el país concentró sus escasas finanzas en sobrevivir a la epidemia.
Conozca en detalles los planes (show) de Otaola para la Cumbre de las Américas en Los Ángeles, hay información que es de interés del FBI. Reconocen en programa de Oti que en Miami opera una mafia cubana. Vea como todos son cómplices de crear las condiciones para la ocurrencia de masacres contra niños en EEUU.