
Una falacia repetida hasta el cansancio por los detractores de la Revolución Cubana sostiene que la Mayor de las Antillas era considerada antes de 1959 un país de inmigrantes.
La realidad es que hasta los inicios de la década del 30 del siglo XX fue así, pero la crisis económica, política y social que afectó al país en esos años, y que se agravó en los 50, provocó que se invirtiera este proceso y el flujo migratorio cambió, siendo muchos más los que salían que los que llegaban al país.