«Orgulloso de los juristas de Cuba: fiscales, abogados y jueces. Contra el honrado ejercicio de sus respectivas profesiones, se estrellarán todas las cobardes campañas de descrédito de los enemigos de la Revolución Cubana»
Es deber de la justicia revolucionaria contribuir a mantener la paz y la seguridad ciudadana. Foto: Ariel Cecilio Lemus
No hay paz donde hay sobresalto. No la hubo cuando la acción coordinada y financiada desde Estados Unidos levantó el 11 de julio, contra la tranquilidad dominical de Cuba, a un número significativo de personas –entre las cuales unas cuantas se mostraron «dispuestas a lo que sea»–, cuyas escenas de escándalo, desorden, vandalismo y violencia, todavía con el recuerdo alcanza para sobresaltar a las familias cubanas.
En las escuelas de Formación Integral los educandos realizan actividades deportivas, formativas y culturales, y se les atiende su salud de forma integral y permanente. Foto: José Manuel Correa
La Ley cubana no encarcela niños
En Cuba, los menores de 16 años no son sujetos del Derecho Penal y, por tanto, no están en prisiones. La coronel Idays Borges Barrios, jefa de la Dirección de Atención a Menores del Ministerio del Interior, puntualizó que, como parte de ese sistema de atención, en nuestro país existen 12 escuelas de Formación Integral. «Los bajos niveles de matrícula nos permite el desarrollo de un tratamiento más diferenciado con ellos, y una interacción e intercambio permanentes con las familias», precisó.
El tratamiento a los imputados y acusados menores de 18 años de edad en el marco de la reforma procesal cubana
Por: Odalys Quintero Silverio
La Convención Internacional sobre los Derechos del Niño establece los 18 años como la mayoría de edad de la persona. Sin embargo, tal principio no resulta obligatorio para los países signatarios, los que, en correspondencia con su idiosincrasia, tradición jurídica e intereses, pueden adoptar la edad que decidan, con la sugerencia de que, en caso de no coincidir con la contemplada en la convención, deberá proveerse a la persona menor de ese límite etario que es procesada penalmente, un grupo de garantías que aseguren el debido proceso y, por tanto, la protección especial que merece en atención a su condición de persona en desarrollo.
Paranoia y otras posibles enfermedades de la conciencia. Por Sara Rosenberg
Hoy he ido a ver mi psiquiatra. Tenía cita y casi estoy obligada a cumplirlas para que en ningún caso tengan una excusa para encerrarme, que es lo que más desean.
Y es por eso que dos veces al mes voy a ver a mi psiquiatra; el lo exige, y yo no se si es que él se ha encariñado conmigo o acaso está convencido de que yo lo necesito.
En todo caso gracias a mi puntual asistencia el siente que cumple con su misión y siempre me despide de manera amable porque, supongo, que como soy “clínicamente esquizo- paranoica” cree que siendo amable evitará que me sienta perseguida o agredida, que es como la Biblia médica dice que debería sentirse un esquizo paranoico. Yo le sonrío también amablemente.
Pero la sesión de hoy ha sido un poco especial y tal vez sea a causa de lo que el repitió al menos tres veces: “la situación mundial es muy perturbadora y no debería usted pensar en eso”. Y cada vez que me lo decía rompía sin darse cuenta el borde de las hojas de papel sobre las que apunta a veces lo que digo.
Si, lo se, son detalles, pero nadie está más atento al detalle que alguien que ha sido diagnosticada de “estados paranoides no constantes con posibilidad de evolucionar hacia constantes”. En mi traducción casera quiere decir que estoy siempre atenta.
Cuando entré y me senté me miró a los ojos y me preguntó cómo había estado la última semana.
Se refería sin duda a la segunda semana de marzo del año 2022, que casi roza la tercera, que estamos viviendo mientras escribo.
Le contesté que estaba bien, que escribo sobre el alumbramiento de una nueva realidad social, marcada por otros parámetros.
Lo único bueno de mi psiquiatra es que me ha recetado escribir y es lo que hago habitualmente, siempre he escrito. Pero es agradable que el lo confirme. Y que esté dispuesto a leer mis textos. No siempre, porque a veces le traigo casi sesenta páginas y me mira con cara de desesperación, se disculpa y se queja por la falta de tiempo.
Yo le digo que soy paciente, en los dos sentidos de la palabra.
Pero, que quiere usted decir con alumbramiento, insistió, hay algo que no entiendo. ¿Desea acaso tener un hijo? Tal vez eso sería sano para usted.
¿Un hijo?, no doctor, no se trata de eso, contesté, creo que la gran convulsión internacional está alumbrando un tiempo nuevo. Y todo alumbramiento es maravilloso pero al mismo tiempo doloroso y difícil. Violento, aunque no nos guste, es violento. La historia lo demuestra. En este momento las fuerzas productivas están absolutamente trabadas por las relaciones de producción capitalistas y de allí que la oligarquía o la burguesía “global” necesite prolongar esta agonía para no perder todo su poder. Esto necesariamente produce la guerra. Es el capital financiero-militar el que hegemoniza esto en Occidente. Y claro, como no preocuparse…
El enseguida apuntó algo en el ordenador y trató de no mirarme directamente a los ojos, porque pensaría que era lo mejor. Romper el diálogo ocular es bastante frecuente en él. Y en casi todo el mundo.
¿Está tomando la misma dosis de Clozapina que le indiqué?, preguntó.
Me vi obligada a mentir una vez más y a decirle que tomo exactamente lo que el me manda. Una pastillita de Clozapina al día.
Qué me decía del alumbramiento, quisiera entenderla mejor, dijo un poco más sosegado al saber que estaba tomando esa basura que el me receta y que por lo tanto estaría con la guardia baja dispuesta a obedecer vaya una a saber qué tonterías.
Si, le decía que estos tiempos convulsos, especialmente convulsionados por las mentiras y el sensacionalismo de los medios de información, hacen que la gente esté cada día más desprotegida, no hay ni un instante en que una escuche un análisis de verdad, con verdad. A eso me refería. Mienten todo el tiempo, y si una dice por ejemplo algo sencillo, como que el gobierno de España esta mandando armas y dinero a un ejercito nazi, se te quedan mirando como si fuera yo una marciana y estuviera diciendo algo incomprensible.
Pero, claro, dijo él, cómo puede usted afirmar que el gobierno manda armas a los nazis si Putin ha invadido Ucrania. Eso es lo real, lo concreto, lo que usted debe entender. Me miró unos instantes y escribió algo en el ordenador. Supuse que estaría usando la palabra delirio, que a él tanto le gusta.
Bueno, a ver como se lo explico, dije. Lo de invadir es bastante relativo, mi abuela es de Odesa y siempre me dijo que era rusa.
Si, pero Putin ha invadido. Esa es la realidad, por favor no confunda las cosas. Pero, cuénteme, qué iba a decir de su abuela, eso puede ayudarnos a entender muchas cosas del pasado.
¿Mi abuela?, era rusa y tuvo que salir de Odessa por los pogromos que hacían los nazis de esa época, esto es viejo como el mundo…pero ella siempre me dijo que era rusa, hablaba ruso y legó a Argentina cuando tenía solo diez años. Sabe, hay una memoria que es como el humor negro, no destiñe. Y los nazis están hoy gobernando ese país, que era parte y origen de Rusia.
Vale, de acuerdo, cálmese. Me dice sin que yo haya hecho nada más que hablar. Creo notar en el una cierta inquietud, o será por mi caso clínico, pero lo cierto es que me mira con una especie de lubricidad que me incomoda. Se que soy lo que llaman una mujer guapa y hoy he venido sin tiempo de recogerme el pelo, cosa que hago casi instintivamente porque me mira de esa forma. Me vuelvo así casi calva. Me protege. Paso el elástico por mi pelo y lo sujeto bien. A ver si se entera.
Deja de mirarme con cara de lobo y dice voy a cambiar de medicamento, le voy a dar unas gotas que estamos experimentando y que seguramente la ayudarán a dormir mejor y a no preocuparse por lo que sucede afuera. No vale la pena. El ser humano no tiene solución. Y siempre hubo y habrá guerras, usted no se preocupe, escriba y tome estas gotas.
Sí, pero esto no es una guerra, doctor, es una operación contra los nazis que están en todas partes…¿usted cree, doctor, y perdone…que una puede curarse de esto?
Sí, claro que sí, no lo dude.
Es decir, tomo las gotas y no pienso en nada más.
Exacto, verá que se siente más tranquila y que llegará a comprender que nada de lo que usted haga va a servir para nada, o sea que tranquilícese y no piense en tonterías. En su abuela, está bien pensar, pero piense en como cocinaba o cantaba, cosas suaves, buenas.
Pero, doctor, los nazis están en todas partes. Es lo que sabemos y vemos con toda claridad.
Lo entiendo, pero olvídese, no hay nazis en su calle, ni en su ciudad…usted toma las gotas y se tranquiliza. Los nazis no van a venir a su casa.
¿Usted está seguro de eso o no los ha visto en la calle, doctor? ¿O acaso me esta diciendo que tengo que aprender a no ver lo que hay en eso que usted llama realidad?
A ver, no se como explicarlo, pero tome lo que le receto y trate de dormir bien. No se, tal vez le gustaría tomar un café conmigo algún día…
La dictadura global ha prohibido los medios rusos. Nadie debe conocer otra versión sobre el conflicto de Ucrania que no sea la de la OTAN y el Estado ucraniano, en cuyo ejército se integran, de manera abierta, fuerzas neonazis.
Sin resolución judicial alguna, el Gobierno de EEUU y la Comisión Europea lo han decidido, y los monopolios tecnológicos (Google, YouTube, Facebook…) lo han acatado con entusiasmo.
Juristas habaneros rechazan campañas de descrédito contra abogados y fiscales que intervinieron en procesos del 11 de julio.
Juristas habaneros reunidos este domingo en la asamblea de balance de su organización en La Habana respaldaron una declaración a favor de sus miembros, a raíz de las calumnias y campañas de descrédito contra esos profesionales tras intervenir en los procesos judiciales derivados de los hechos de julio pasado.
La declaración de la filial habanera de la Unión de Juristas de Cuba (UNJC) destaca la labor desempeñada por abogados y fiscales, los cuales –recalca– “actuaron apegados al debido proceso”.
El encuentro, presidido por Luis Antonio Torres Iríbar, primer secretario del Partido en La Habana; el ministro de Justicia, Oscar Silvera Martínez, y la fiscal general de la República, Yamila Peña Ojeda, sirvió también para repasar el trabajo de los profesionales del derecho durante 2021.
“En estos días hemos estado observando cómo se articulan algoritmos y matrices de opinión subversivas que intentan desacreditar la actuación de fiscales y jueces, mayoritariamente jóvenes, que enfrentan con profesionalidad el más estricto principio procesal de la tutela judicial efectiva y del debido proceso tras los hechos vandálicos que tuvieron lugar el pasado 11 de julio de 2021”, dijo Osmín Álvarez Bencomo, presidente de la Junta Directiva Provincial de la organización en La Habana.
“Indignan las descalificaciones de conductas delictivas extremadamente graves que fueron tipificadas y sancionadas a raíz de estos hechos por sedición, al tratarse del levantamiento colectivo y violento de un grupo de personas contra autoridades y el orden público con el fin de derrocarlo”, agregó Álvarez Bencomo.
La declaración emitida por la UNJC de La Habana subraya que “los juristas de Cuba, en especial los de la capital, rechazamos categóricamente y enfrentamos cualquier intento de manipulación mediática y advertimos que, contra todo aquel que intente subvertir la justicia que en nombre del pueblo de Cuba se imparte, mediante amenazas o el descrédito, o simplemente facilitando la información, caerá todo el peso de la ley.
“Por cada colega amenazado, lo multiplicaremos por decenas de miles a todo lo largo y ancho, dispuestos a cambiar la toga y el estrado si fuera necesario por el fusil y la trinchera”. Tras la lectura del texto, Torres Iríbar hizo un breve recuento de los hechos del 11 y 12 de julio en La Habana, y dijo que la campaña que se ha desatado contra jueces y fiscales “no es más que una articulación para destruir el sistema judicial de la Revolución”.
“No habrá odios, solo habrá justicia. Apoyamos y respaldamos la declaración de los juristas cubanos. La justicia revolucionaria es garante de la Revolución”, afirmó.
La máster en Derecho Civil y vicepresidenta del Tribunal Provincial Popular de La Habana, Ludmila Collazo Rodríguez, denunció que tras darse a conocer las notificaciones resultantes de los procesos judiciales de los hechos del pasado 11 de julio se ha desatado una campaña de descrédito contra los profesionales de la justicia.
“Tanto los jueces como los fiscales han cumplido cada una de las fases del procedimiento establecido, en las cuales se garantizan los principios básicos que postula la Constitución de la República de Cuba, que tienen que ver con el debido proceso y la tutela judicial efectiva”, apuntó. La letrada comentó que muchos de los que intervinieron en los procesos judiciales fueron jueces jóvenes , quienes asumieron con gran responsabilidad el procedimiento para el juzgamiento de estos hechos.
“En estos se ha velado por el principio de participación popular que rige la imparticipación de justicia bajo los principios de imparcialidad, la transparencia y el carácter eminentemente humanista”, destacó. Collazo Rodríguez ratificó que los jueces seguirán cumpliendo con todos los postulados de la carta magna y velarán por todas las reglas del debido proceso, “teniendo en cuenta que estas resoluciones judiciales no son firmes y las personas juzgadas cuentan con los medios para impugnar las sentencias y hacer valer sus derechos”.
Por su parte, Guillermo Rodríguez Gutiérrez, abogado del bufete colectivo de La Lisa, reafirmó que durante el procesamiento de los acusados se cumplió con el debido proceso ya que “tuvieron derecho a la representación letrada, se les dieron a conocer las acusaciones que se les imputaban y pudieron presentar todas las pruebas necesarias para su defensa. Además, pudieron expresarse libremente durante la vista oral”.
Recordó que los abogados, a quienes ahora algunos cuestionan de no ser imparciales, pertenecen a un órgano independiente de la Fiscalía.
Sobre las condenas por sedición, Rodríguez Gutiérrez explicó que, además de los daños provocados, hay que tener en cuenta “la intención del agente comisor del delito”, que en este caso era alterar o cambiar el sistema económico y social del país establecido en la Constitución.
“Nuestros abogados plantearon sus tesis de defensa y realizaron su papel. El tribunal, a partir de las pruebas judiciales y testificales, tomó una determinación. Hay que recalcar que estas condenas aún no son firmes, ya que aún resta un proceso donde los imputados pueden presentar recursos de apelación”, aclaró.
Anabel López Reinaldo, fiscal en el municipio habanero de Marianao, afirmó que pertenecer a la Unión de Juristas de Cuba es un honor.
“Ser fiscal es un orgullo y una tarea bien difícil, porque hay que llevar a la par la responsabilidad, la justicia y la sensibilidad humana”, dijo.
“No son justos los cuestionamientos que se nos hacen. Nosotros hacemos nuestro trabajo apegados a la justicia en nombre del pueblo al que pertenecemos”, agregó. Resaltó el tratamiento diferenciado dado a los jóvenes implicados, quienes tienen atenuantes atendiendo al carácter preventivo de la justicia.