
Fracasados ultras-floridanos: Seguir a contra corriente.
Por: Nicanor León Cotayo
Apenas dos años después del triunfo de la Revolución, en la primera semana de 1961, el entonces presidente de Estados Unidos, Dwight Eisenhower, al dar a conocer lo que denominó su plan de acciones encubiertas contra Cuba, sentenció: “que nuestras manos no aparezcan mezcladas en este programa”.
60 años después, el senador republicano, Marco Rubio, este martes, durante una rueda de prensa efectuada en el Capitolio de Washington, exhortó a lo contrario.
Le acompañaron otras figuras republicanas del Congreso, del estado de la Florida.
Exhortaron al presidente Joe Biden a incrementar el apoyo que ofrece a sus hombres en Cuba.
Rubio, de origen cubano, le pidió hacer de esa nación “una prioridad diplomática”, ante “la represión de un movimiento de intelectuales, jóvenes y artistas que desean la libertad política”.
Entre otras acciones, él y la legisladora republicana de la Cámara de Representantes María Elvira Salazar, también de origen cubano, le urgieron crear un plan para facilitar el acceso a internet a la población cubana, especialmente ahora.