Basado en un texto de Fabián Escalante Font – La pupila insomne.- La Operación Cóndor, establecida en 1975, debe su nombre al operativo de la CIA para asesinar a Fidel Castro en Chile.
Su objetivo fue abatir a los movimientos de izquierda en toda América Latina, destruyendo el ejemplo de la Revolución cubana.
Exactamente como ahora, cuando Washington y sus satélites tratan de aniquilar las aportaciones de Cuba a la integración latinoamericana. Bien sea ensuciando su contribución a la paz en Colombia o su generosa cooperación médica en el continente.
Con el Chile de Pinochet a la vanguardia, la Operación Cóndor coordinó a diez dictaduras militares y a varios supuestos “gobiernos democráticos”, para intercambiar prisioneros, compartir información y llevar a cabo ejecuciones extrajudiciales.
Su saldo más aterrador fue el de Argentina: 30.000 víctimas.
La guerra extraterritorial fue una de sus señas de identidad. Así, el propio ejército argentino participó en la Operación Calipso contra la Revolución sandinista de Nicaragua. Hoy, Colombia y Brasil son peones en el asedio a Venezuela.
La ultraderecha de origen cubano en Florida asumió las ejecuciones externas. Solo en la década del 70 llevó a cabo 377 acciones de terror.
Hoy existe una nueva Operación Cóndor, que incorpora: el lawfare o persecución judicial a líderes progresistas; y la guerra comunicativa, a través de las sofisticadas herramientas de guerra psicológica de los laboratorios de redes sociales.
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