Por:Aucalatinoamericano
Triste resulta asistir, en medio del elevado costo humano que está implicando la actual pandemia universal, a las más aberradas manifestaciones que algunas maneras de construir sociedades llegan a sembrar en las mentes de no poca gente.
Y es que para prolongarse en el tiempo sin mayores objetores en activo, esos sistemas requieren de modelar ciudadanos con mente estrecha o retorcida, de forma que la incapacidad de juzgar con profundidad y objetividad se asuma como cosa natural, al igual que adquieran categoría de valores y prerrogativas inobjetables las barbaridades y las contrahechas actitudes que tal carencia provoca. Seguir leyendo